Por cómo es mi personalidad... y por malas experiencias que he tenido en mi entorno cercano, mentir no es una opción a elegir.
Porque al fin y al cabo, toda mentira, aunque suene a lección de parvulitos, te hace más daño a tí mismo que a la persona que mientes, porque en primer lugar, juegas con la credibilidad y forma de ver a esa persona, en resumidas cuentas te ries de ella. Y en segundo lugar, es un cargo en tu conciencia que, si tienes o no, sabrás soportarlo. Yo ha habido momentos en que, habiendo mentido previamente a un ser querido, me he derrumbado y le he querido contar la verdad en ese momento... pero no lo he hecho. Contando la verdad te quitas un peso de encima rápidamente, a parte que mentir es un proceso de creatividad el cuál debes tapar muchos agujeros.
Si quieres mentir para ligar, para cambiar tu personalidad, para hacerte más machote o algo por el estilo estás perdiendo el tiempo, porque los demás tienen ojos y, aunque les cueste un poco más de tiempo, verán que no cuadra lo que tú le contaste con lo que están viendo con sus propios ojos. Y en el momento en el que descubren eso, a tí se te viene el mundo abajo por haber mentido, y los demás te colocan en un escalón social muy bajo con respecto a ellos.
Todo el mundo conoce a algún amigo que miente mucho, que siempre tiene que contrastarse la información que viene de él, porque todos saben cómo actúa, y no sabes si lo que te dice es inveción suya o le ha pasado de verdad. Para mí, no sería muy agradable el que alguien no tenga la confianza conmigo lo suficiente para contrastar la información de: "no he podido ir a la fiesta, porque al día siguiente tenía un examen". Es un insulto a la confianza y, en ocasiones a la intimidad, increíble.
Saludos.