Coincido con Yaw y NaNdO.
Minijuegos sí, porque resultan frescos y apetecibles de probar acompañado. Orientar la política de juegos de Wii a enganchar a nuevos jugadores a base de minijuegos, no me convence. Y no lo hace porque yo soy un jugador de toda la vida, que aspira a jugar juegos elaborados con un nuevo control. Preferiría un Virtua Tennis con los gráficos del 2 de Dreamcast, tenistas reales y mover al tenista con el nunchaku, que el Wii sports tenis, con muñecotes y que éstos se muevan solos. Es sólo un ejemplo, para entendernos. Los minijuegos son por definición simples y no es lo que busco para jugar yo solo, que es lo más normal en mi caso.
Si se orienta la política al "touch generations", las prioridades son juegos asequibles y fáciles de aspecto poco intimidatorio, donde "los gráficos no importan" es una excusa para desarrollos baratos, prematuros y que no aprovechen el hard que voy a pagar. Y eso no me convence. Otro ejemplo: Wario Ware está muy bien, divierte, pero al rato, personalmente, necesito jugar a otra cosa con más ¿contenido?. Y los minijuegos no necesitan buenos gráficos, obviamente (Wario Ware, Cooking mama, BIg brain, etc..) pero son eso, juegos para un rato o para jugar acompañado, que divierten sin representar un reto duradero y por los que se paga generalmente lo mismo que por otros juegos que pueden durarte meses jugándolo uno solo y dejarte un sabor de boca cojonudo (Mario, Metroid, Zelda...)
Es cuestión de equilibrio entre títulos de distintas características, el Wiimote se presta mucho a minijuegos y si la balanza se inclina demasiado hacia la touch generations por la política de Nintendo y la menor potencia comparativa de Wii, no me sentiré bien pagado como gamer habitual que busca nuevas formas de jugabilidad sin sacrificar profundidad, desarrollo y dificultad.