Tengo un niño de dos años y medio, y durante todo este tiempo he tenido tiempo para jugar. Simplemente es adaptarte a los nuevos cambios que conlleva la paternidad, porque de un día para otro tu vida cambia,pero eso no significa que dejes de hacer lo que te gusta. De hecho, es perjudicial para uno mismo no disfrutar de aquello que le gusta, así que no juego lo mismo que antes,pero juego todos los días, mientras el niño duerme la siesta y por la noche también, aunque obviamente mucho menos tiempo.
Eso sí, lo único que echo en falta son los maratones de vicio que me pegaba antes, no porque me sea imposible,sino porque al día siguiente estoy hecho polvo para estar con el crío,jugar y demás
Lo dicho: se puede jugar perfectamente siendo padre, es beneficioso para uno mismo porque ayuda a distraerse y eso es bueno para la mente porque genera paz mental, y adaptando tus viejos hábitos de juego a los nuevos cambios los videojuegos se pueden jugar sin problema.
Obviamente como dice
@Jotun666 los primeros meses son duros, cólicos, sueño cambiado, el mío tomaba biberón así que la teta no era opción y nos turnábamos etc, pero todo pasa con el tiempo, creedme que tuve a mi hijo durante el confinamiento xD