Antes de su habitual conferencia de junio centrada únicamente en los juegos de Xbox Game Studios y Bethesda Softworks, Microsoft suele liberar algo de información sobre sus servicios, y este año no ha sido una excepción. La tecnológica ha anunciado que antes de terminar el 2022 los suscriptores de Xbox Game Pass Ultimate tendrán la opción de subir a la nube su biblioteca de juegos personal para jugar desde donde quieran, y en 2023 los de Game Pass tendrán acceso a demos. Esta segunda iniciativa recuerda a la que ofrecerá PlayStation Plus Premium.
La posibilidad de que los suscriptores de Xbox Game Pass Ultimate puedan trasladar sus juegos a Xbox Cloud Gaming para jugar desde cualquier dispositivo no es una promesa nueva, pero en esta ocasión parece que se cumplirá. Esta característica, que se debería habilitar a finales de año, permitirá que la mayor parte de la biblioteca de juegos que tenga cada uno se pueda subir a la nube, sin importar si el título está disponible en Game Pass o se ha adquirido en la tienda. Microsoft habla de “juegos seleccionados”, así que por ahora no existe el compromiso de que todo el catálogo de Xbox se pueda llevar a la nube.
Expandir las posibilidades de Xbox Cloud Gaming más allá de los juegos que forman parte del catálogo de Game Pass es una opción lógica si tenemos en cuenta que Microsoft tiene como gran objetivo llevar los juegos de Xbox a cualquier dispositivo. Esta estrategia tiene sentido no solo para cumplir con esta meta, sino que también se alinea con la existencia de
Keystone, nombre en clave del dispositivo de
streaming que a día de hoy aún se encuentra en desarrollo. Además, es un nuevo motivo para seguir suscrito a Xbox Game Pass Ultimate a largo plazo.
Por otro lado tenemos Project Moorcroft, nombre tras el cual se esconde la iniciativa que pretende ofrecer demos de juegos a los suscriptores de Xbox Game Pass. El objetivo de Microsoft es que los jugadores puedan acceder a demostraciones como a las que se puede jugar en eventos físicos, pero desde casa. La compañía apunta a los desarrolladores
indies, así que en principio nadie debería esperar poder probar títulos de gran presupuesto antes de su lanzamiento. Los estudios que ofrezcan demos serán recompensados económicamente.
Microsoft aún trabaja en Project Moorcroft y no se espera que las demos estén disponibles hasta el próximo año, así que aún hay tiempo para saber qué desarrolladores se han apuntado a esta iniciativa y cuáles serán los primeros juegos en aprovecharla.