Los planes de Xiaomi como fabricante de teléfonos van mucho más allá de integrar los componentes de terceras compañías en sus productos. Tras meses de especulación la firma china ha confirmado en la red social Weibo que el próximo día 28 de febrero presentará en Pekín el que será su primer
chipset para dispositivos móviles. Bautizado con el nombre Pinecone (igual que la filial encargada de su desarrollo), este componente se encargará de insuflar vida en los futuros
smartphones de la compañía.
Por el momento la información técnica relacionada con Pinecone y los dispositivos que lo albergarán es bastante limitada y poco fiable. Todo lo que se sabe es que hacia finales del año pasado apareció un nuevo Xiaomi Mi 5c en el
benchmark Geekbench mostrando un total de ocho núcleos, 3 GB de RAM y Android 7.1.1 instalado en su ROM. Informaciones no confirmadas señalan la existencia de dos versiones bien diferenciadas: una asequible con cuatro núcleos Cortex-A53 grandes y cuatro A-53 pequeños y otra de mayores prestaciones con cuatro núcleos Cortex-A73 y otros tantos A53.
Las prestaciones reales de los primeros dispositivos con
chipsets Pinecone son todavía un misterio. No obstante, es difícil que Xiaomi pueda superar en su primer envite las creaciones más avanzadas de Qualcomm, MediaTek o Huawei, que ahora mismo dominan el mercado telefónico con mano de hierro. Con esto dicho, Xiaomi no parte desde cero para su primer procesador. Establecida hace algo más de dos años y participada mayoritariamente por Xiaomi, Pinecone es una
joint-venture establecida en colaboración con la firma Leadcore, que posee una amplia experiencia en el diseño y la producción de procesadores para el mercado chino.
Además de
incrementar el margen de beneficios de sus teléfonos, Xiaomi aspira con Pinecone a ganar una cierta independencia tecnológica al no tener que depender de otras empresas a la hora de diseñar sus futuros teléfonos móviles. No se trata de un deseo insustancial, tal y como pueden asegurar las firmas interesadas en montar un procesador
Snapdragon 835 en sus próximos teléfonos y
resignadas a buscar una alternativa después de que Samsung haya acaparado la producción inicial para su
Galaxy S8.
Fuente: Weibo