A mí me han impresionado bastantes cosas, no solo en consolas, y no podría definir una generación como más impactante que otra en términos absolutos.
...el paso de 8 a 16 bits fue quizás el que menos me impresionó, hubo un salto muy notable, es cierto, pero no sé, no me sorprendió tanto, tal vez porque fue una línea ascendente desde la generación anterior en vez de un cambio radical.
...del paso de 16 a 32 bits, pues la verdad es que las consolas en sí no me sorprendieron mucho, porque ya desde 1993 había probado Ridge Racer, Daytona USA (a principios del 94), Tekken, VF2...así que más o menos estaba preparado para las consolas en sí, que eran inferiores por lo general a las recreativas. Ridge Racer sí que me sorprendió muchísimo en su día, creo que fue el primer juego con polígonos texturados que vi, la sensación de velocidad, la suavidad con la que se movía todo...lo comparabas con lo que teníamos en los formatos domésticos (e incluso con recreativas del año anterior como Virtua Racing) en aquel momento y realmente parecía que estabas echando un vistazo al futuro. Aunque casi me impresionó más el aumento de precio de 25pts a 100pts por partida, fue el principio del fin de los arcades. En las consolas, FFVII y Resident Evil, con sus gráficos prerenderizados, también me sorprendieron mucho aunque en realidad la técnica no era innovadora ni meritoria. De juegos poligonales convencionales, Wipeout y Destruction Derby.
...posteriormente en esos años, vino la N64, y de nuevo, no me sorprendió como debería, más allá de Mario 64, cuyo impacto inicial en mí fue tremendo ¿La razón? Yo seguía yendo casi a diario a los recreativos, y allí tenían Scud Race y VF3 desde finales del 96, y pasaban por encima de N64 como una apisonadora. De Scud Race me dejó temblando el efecto de las llamaradas que salían de las gárgolas en el circuito que transcurría por túneles. De VF3 todos los reflejos en general y la iluminación. Por aquella época también empecé a nadar por el PC y Quake y Unreal me sorprendieron lo suyo.
...de las mal llamadas 128 bits, Soul Calibur me dejó con el culo en pompa, como a todo el mundo supongo. Era la primera vez que una consola doméstica superaba a las recreativas con tanta claridad. Luego, con el trailer del 2001 de MGS2 ya fue el apocalipsis, me lo vi tantas veces que aún me lo sé de memoria.
. Aún lo sigo considerando como la muestra perfecta de cómo reventar una feria a base de hype. Y más adelante, Half Life 2 con el Havok a todo trapo, y Ninja Gaiden con la suavidad de las animaciones de Ryu.
De esta generación, pues me pasa un poco como con el cambio de 8 a 16 bits, la transición no ha sido radical sino una línea ascendente. Me sorprendió Oblivion en algunos aspectos cuando salió (sí sí, reíros
), quizás porque venía de echarle tropocientas horas a Morrowind y el cambio fue muy grande (para bien y para mal -.-), Killzone 2 y poca cosa más, obviando Crysis.