Me ha costado mucho decir estas palabras,
pero, finalmente me han salido.
Yo no te quiero.
Hoy abro las puertas
y dejo salir tu nombre,
tu persona, tu desprecios.
Y creo que también dejo salir mi pena,
dejo escapar mi vida,
vida que espero recuperar
con otro nombre,
que quizá no me hiera,
que quizá me quiera.
Hoy te lo digo,
ya no te quiero
y me siento libre,
sin cadenas que me aten
a un futuro incierto,
oscuro, tenebroso.
Futuro que desee vivir contigo
pero solo viví conmigo.
Hoy te digo estas palabras
Y mañana mi corazón no será el mismo,
Estará vacío, soñando con otra vida,
Otro mundo, otro amor.
Esperando con paciencia
que la melancolía
me traiga de nuevo
el extrañar esos brazos
que en las noches
me acunaban, me dormían
y me clamaban.
Esos brazos que, de no tenerlos
hacían que cayera.
Ahora que digo estas palabras,
me doy cuenta de lo que me querías,
pero lo siento, ya es tarde,
pues hoy, hoy ya no te quiero.
No cultivaste el amor,
y acabo muriendo bajo aquellas sabanas,
esas sabanas que al principio,
y solo al principio
fueron testigos de este amor
tan verdadero, tan sincero, tan honesto.
Esas sabanas que con el tiempo vieron
frialdad, orgullo, distancia.
Lo siento en el alma,
pero hoy, ya no te quiero