Me levante un día rayada y me quedé pensando… que paranoia
Nos conocemos, estamos bien, de cachondeo, hablamos de todo, no hay tabúes, que majos somos, que tolerantes, todos os gusta, nos hace gracia, nos resulta especial, nos contamos los problemas, nos animamos, empezamos a gustarnos es todo tan perfecto… entonces tonteamos, puede que pase algo más, a veces si, a veces no. Entonces siempre hay uno va más rápido que el otro, el que va más despacio pisa el freno, dice que no. Al otro cuanto más "no" le dicen más quiere, y más agobia, inevitable uno agobia y el otro se despega progresivamente. Al final uno se queda enganchado mientras el otro escapa, huye. Unas veces él otras veces ella, da igual. Constantemente intentamos emparejarnos huyendo de la soledad, buscando la media naranja, (como son mis pensamientos yo decido, no somos naranjas, somos corchos y botellas), son tantos los candidatos que es normal que sea tan frecuente el amor y el desamor, o lo que es lo mismo la ilusión y la desilusión… hasta que al final damos con un corcho que se adapta al cuello de nuestra botella, entre tirones y empujones entra... unos permanecen más, otros menos, el caso es que seguimos buscando porque corchos hay muchos y cuanto más flexibles más compatibles, todos hacen el apaño pero a la hora de la verdad unos mejor que otros, aunque perfecto perfecto… ninguno… sino, no seríamos corchos... ni botellas.
Gad
PD: DKW, va por ti