El nombre de esta propuesta en marcha por legisladores en Estados Unidos no se debe al famoso personaje de Star Wars, son las siglas de lo que han denominado como
You Own Devices Act (YODA) y viene a
defender la propiedad (y posterior venta) de aquellos dispositivos que compramos. Es decir, se busca asegurar que los fabricantes no puedan usar “trucos” o juegos de palabras en torno al copyright para que los consumidores propietarios de un dispositivo “conectado” no puedan venderlo o regalarlo posteriormente a terceros.
La necesidad de crear una ley como YODA se produce por el hecho de que muchas veces no poseemos el software. En su lugar, los consumidores simplemente adquirimos una licencia de uso, dando nuestra conformidad con los términos “dictados” por una empresa a través de Internet. Para que se entienda, esto último es lo que hacemos con la música que compramos en iTunes o un libro adquirido para el Kindle. Cada una de estas compras nos pertenece hasta que nos morimos, pero ni en vida ni después de muertos, podemos revenderlos ni regalarlos, ya que en ese sentido serían propiedad de, por ejemplo, Apple o a Amazon.
A efectos prácticos no suelen importar estas “peculiaridades” de las licencias, pero en el último caso, cuando fallecemos, la cosa cambia. ¿Por qué vuelve a ser propiedad de la compañía la colección de música o los libros comprados? Aún peor, pensemos en la tecnología de hoy y lo que nos viene, el alcance al que puede llegar el
copyright de este tipo de licencias con los dispositivos que llevan el software dentro, como coches, electrodomésticos o incluso la ropa (ya la hay) que se conecta a Internet. Se abre un nuevo horizonte de oportunidades para las licencias abusivas.
Consideremos por ejemplo un cliente que compra una cafetera inteligente en el futuro, una cafetera que dentro contiene un software en forma de asistente personal. Si el propietario decide vender el electrodoméstico o incluso regalarlo, el fabricante podría reclamar que al hacerlo violó su derecho de participación debido a los códigos de copyright en el interior de la máquina, y con ello demandar al propietario original de la cafetera por infracción de los derechos de autor.
Según explican los legisladores y representantes de la ley, Blake Farenthold y Jared Polis, el proyecto de Ley YODA es una prevención ante situaciones así, una propuesta sobre la que descansaría cualquier intento de ir “más allá” con el copyright y el futuro de los dispositivos conectados. Una propuesta que modificaría la actual Ley de Derechos de Autor añadiendo una disposición que incluiría el siguiente texto:
Si un programa informático permite a cualquier parte de una máquina u otro producto a operar, el dueño de la máquina o de otro producto tiene derecho a transferir una copia autorizada del programa de ordenador, o el derecho a obtener dicha copia, cuando el propietario vende, arrienda o transfiere la máquina.
En definitiva, se trata de una propuesta que ahora deberá aprobarse (quizá lo más complicado), pero en cualquier caso, la idea que subyace es buena para (casi) todos.