Bueno, a estas alturas ya sabemos como se las gastan las empresas defendiendo sus copyrights, y además en este caso el título canta mucho, siendo el último Zelda que acaba de salir.
Creo que no deberían gastar más esfuerzo en licencias de este tipo, porque luego pasa esto y todo es negativo: trabajo y tiempo perdidos, gente que se queda con la miel en los labios, y encima se acaba culpando al legitimo dueño, cuando de antemano está todo el mundo avisado de lo que puede pasar.