Zynga es El Mal de un tiempo a esta parte, normalmente por lo que hace, pero hoy también lo será por lo que deja de hacer. Y es que a la compañía con el logo del perrete no le ha temblado el pulso a la hora de cerrar nada menos que PetVille. Otros como Mafia Wars 2, FishVille, Vampire Wars, Treasure Isle, Indiana Jones Adventure World, Mafia Wars Shakedown, Forestville, Montopia, Mojitomo o Word Scramble Challenge correrán la misma suerte en enero.
Por lo visto todo forma parte de un agresiva estrategia de reducción de costes por parte del CEO de la compañía, Mark Pincus, que forma un pack mortífero junto a la oleada de despidos que comenzó en octubre y que no tiene visos de parar a corto plazo, el cese de renovaciones de acuerdos con otras compañías y el cierre de oficinas. Es evidente a ojos de cualquiera lo que está sucediendo: la burbuja social está pinchando y Zynga está ahora pagando el precio de su imperialismo corporativo voraz que le llevó a sacar docenas de juegos en Facebook sin miramientos ni controles adecuados de calidad. Ahora los accionistas están descontentos con el precio de sus acciones y a la empresa le toca compensar sus excesos.
Al ambiente chungo sumadle ahora la imagen que está dando la marca a todos aquellos que invirtieron cientos de horas de su tiempo en juegos que, de la noche a la mañana, se han ido al hoyo sin remedio.