Una visión superficial a 2018 podría hacer pensar que no fue el mejor año para Google, y por ende tampoco para su matriz, Alphabet. La realidad es muy distinta. Tanto como que durante el pasado año Alphabet registró cifras de récord, con un importante crecimiento durante el cuarto trimestre y todo el ejercicio anual.
Sus datos han igualado o superado las expectativas de los analistas, aunque la cotización de la compañía ha caído al cierre de la bolsa debido al aumento en los costes para atraer tráfico, que reducen los márgenes de una compañía dedicada en esencia a la venta de publicidad.
De forma pormenorizada, porque hay mucho de lo que hablar, Alphabet logró incrementar sus ingresos un 23 % durante el cuarto trimestre, alcanzando unas ventas de algo más de 32.000 millones de dólares durante los últimos tres meses de 2018 y unos beneficios de 9.000 millones.
Los ingresos anuales brutos fueron de 137.000 millones de dólares en bruto frente a los 111.000 millones registrados durante 2017. De ahí salieron finalmente unos ingresos netos de casi 31.000 millones de dólares para todo 2018, cuando los beneficios de 2017 fueron de aproximadamente 16.000 millones.
Este desproporcional rendimiento no tiene tanto que ver con el margen de beneficios de Google como con los impuestos que tuvo que pagar en 2017 al "repatriar" el dinero almacenado en filiales extranjeras para aprovecharse de la reforma fiscal en Estados Unidos.
Como señala The Register, estos datos equivalen a decir que Alphabet obtuvo unos beneficios de 84 millones de dólares cada día.
Las "otras apuestas" y el coste de comprar tráfico aumentan su impacto
Alphabet debe virtualmente el grueso de sus ingresos y beneficios a Google, que no en vano es la mayor empresas del grupo. La siguiente división más interesante posiblemente sea la conocida como Other Bets (literalmente Otras Apuestas"), que aglutina a iniciativas como Waymo, dedicada a la conducción autónoma, y Verily, centrada en las ciencias de la salud. Sus ingresos en 2018 fueron de unos modestos 595 millones de dólares, con una pérdida final de 3.360 millones de dólares.
Si bien estos datos son muy positivos en su conjunto, hay factores que no han terminado de sentar bien entre inversores y analistas. Las "otras apuestas" de Alphabet siguen perdiendo dinero sin que aparezca la rentabilidad en el horizonte, pero sobre todo, Google ha incrementado de forma considerable sus gastos.
Concretamente preocupan los costes de adquisición de tráfico (el dinero que Google paga a empresas como Apple para que su buscador sea el utilizado por defecto), que experimentaron un aumento interanual de 6.450 millones a 7.436 millones de dólares. Según las cuentas de Google, esto equivale al 23 % del negocio publicitario de la compañía.
Finalmente, podemos señalar que Alphabet también creció notablemente en número de empleados, pasando de poco más de 80.000 trabajadores en 2017 a los 98.771 contabilizados a final de 2018.
Sus datos han igualado o superado las expectativas de los analistas, aunque la cotización de la compañía ha caído al cierre de la bolsa debido al aumento en los costes para atraer tráfico, que reducen los márgenes de una compañía dedicada en esencia a la venta de publicidad.
De forma pormenorizada, porque hay mucho de lo que hablar, Alphabet logró incrementar sus ingresos un 23 % durante el cuarto trimestre, alcanzando unas ventas de algo más de 32.000 millones de dólares durante los últimos tres meses de 2018 y unos beneficios de 9.000 millones.
Los ingresos anuales brutos fueron de 137.000 millones de dólares en bruto frente a los 111.000 millones registrados durante 2017. De ahí salieron finalmente unos ingresos netos de casi 31.000 millones de dólares para todo 2018, cuando los beneficios de 2017 fueron de aproximadamente 16.000 millones.
Este desproporcional rendimiento no tiene tanto que ver con el margen de beneficios de Google como con los impuestos que tuvo que pagar en 2017 al "repatriar" el dinero almacenado en filiales extranjeras para aprovecharse de la reforma fiscal en Estados Unidos.
Como señala The Register, estos datos equivalen a decir que Alphabet obtuvo unos beneficios de 84 millones de dólares cada día.
Las "otras apuestas" y el coste de comprar tráfico aumentan su impacto
Alphabet debe virtualmente el grueso de sus ingresos y beneficios a Google, que no en vano es la mayor empresas del grupo. La siguiente división más interesante posiblemente sea la conocida como Other Bets (literalmente Otras Apuestas"), que aglutina a iniciativas como Waymo, dedicada a la conducción autónoma, y Verily, centrada en las ciencias de la salud. Sus ingresos en 2018 fueron de unos modestos 595 millones de dólares, con una pérdida final de 3.360 millones de dólares.
Si bien estos datos son muy positivos en su conjunto, hay factores que no han terminado de sentar bien entre inversores y analistas. Las "otras apuestas" de Alphabet siguen perdiendo dinero sin que aparezca la rentabilidad en el horizonte, pero sobre todo, Google ha incrementado de forma considerable sus gastos.
Concretamente preocupan los costes de adquisición de tráfico (el dinero que Google paga a empresas como Apple para que su buscador sea el utilizado por defecto), que experimentaron un aumento interanual de 6.450 millones a 7.436 millones de dólares. Según las cuentas de Google, esto equivale al 23 % del negocio publicitario de la compañía.
Finalmente, podemos señalar que Alphabet también creció notablemente en número de empleados, pasando de poco más de 80.000 trabajadores en 2017 a los 98.771 contabilizados a final de 2018.
Tener posición dominante no es malo (tu como usuario y las empresas que dependan de google tomarán las decisiones oportunas, además de que hay mucha competencia), en segundo lugar espero que si no te gusta google tomes tu las decisiones pertinentes que estén a tu alcance (usar duckduckgo, bing, u otros buscadores). En tercer lugar, vemos como la industria tecnologica es la que mas ha prosperado y más ha aportado gracias a no tener impuestos y pocas regulaciones, no queráis cargaros una de las pocas industrias que están a salvo de la socialdemocracia.