El paquete de contenido está centrado en una colorista visión del estudio de la temática postapocalíptica, e incluye dos nuevos vehículos que aún siendo llamativos no se verían muy fuera de lugar en el mundo de Mad Max (Fallout es definitivamente más... ¿retroelegante?). La personalización de los mismos corre a cargo de doce adhesivos, dos tipos de pintura, otros tantos juegos de ruedas y también de dos nuevos efectos para la "cola" del cohete de nuestro vehículo. Tres sombreros y antenas y cinco trofeos/logros completan el contenido de pago.
Como en anteriores ocasiones, para evitar la fragmentación de su público, un nuevo estadio temáticamente relacionado (y basado en uno que ya había sido parte del antecesor del juego, Supersonic Acrobatic Rocket-Powered Battle-Cars) será parte de una actualización gratuita en el momento del lanzamiento del DLC para todos los usuarios. Este escenario aportará variedad al título al contar con dimensiones y distribución de los potenciadores diferentes a las de los ya existentes (se considera "no reglamentario"), pero sobre todo porque el perímetro del campo cuenta con una pendiente que altera el desarrollo habitual del juego.
Rocket League ha recibido ya varios packs de contenido adicional (y actualizaciones como la que incorpora los mutators, que permiten modificar aspectos de la batalla como la gravedad, el rozamiento o la propia bola), y su carácter multijugador es aprovechado para la celebración de eventos puntuales como los de Halloween o el día de Regreso al Futuro. El juego está disponible en los PCs con Windows a través de Steam (donde ha batido récords entre los juegos indies) y en PlayStation 4, y antes de finales de año debería de estar disponible una versión para Mac y GNU/Linux. Los desarrolladores no han descartado su salida en otras consolas de sobremesa, pero de momento no han ofrecido más información al respecto.
