Actualmente la tecnología Bluetooth tiene un alcance máximo de 200 metros, pero esto no es suficiente para crear redes como las que pueden conectar los dispositivos de un gran complejo de oficinas, un hospital, una fábrica o incluso las señales de tráfico de una ciudad. En este sentido el Bluetooth SIG se muestra particularmente interesado por su potencia a la hora de conectar redes de dispositivos como las formadas por extensos sistemas de iluminación automatizados y los robots de una línea de producción.
El uso de redes mesh permitirá que estos aparatos se comuniquen entre sí independientemente de que se encuentren en el alcance de un punto de acceso, puesto que aquellos dispositivos fuera de alcance pueden delegar la transmisión de datos a aquellos que sí se encuentren dentro. El resultado es la creación de redes de dispositivos muy extensas con un despliegue de infraestructura considerablemente inferior y un consumo de energía relativamente modesto, facilitado en este caso por el uso de la tecnología Bluetooth LE.
Dado el alcance de este tipo de redes, Bluetooth asegura que su solución para redes de malla inalámbricas proporciona fiabilidad gracias al uso de mecanismos autorreparadores y "protección industrial contra todos los ataques conocidos". De hecho, el estándar requiere el cifrado de todos los datos transmitidos.
Resulta evidente que estas afirmaciones buscan tranquilizar a fabricantes de dispositivos y consumidores preocupados por la patente inseguridad de los dispositivos que forman el Internet de las cosas, pero también defender el estándar Bluetooth frente al futuro lanzamiento de tecnologías rivales como Wi-Fi HaLow, que formará parte de la especificación 802.11ah.
En un principio todos los dispositivos compatibles con Bluetooth 4.0 y 5.0 podrán ser compatibles con una simple actualización, aunque eso será responsabilidad de los fabricantes.