Activision con un tuit y Bungie con un mensaje a su comunidad. Así ha sido como ambas compañías han decidido hacer público que se separan después de haber vivido juntas una relación comercial que ha durado ocho de los diez años firmados. Destiny, el hijo en forma de franquicia surgido de esta unión, se quedará en Bungie, que desde ahora asume todo el desarrollo y los derechos de publicación sobre el juego.
Kotaku, que siempre ha demostrado tener muy buenos contactos, afirma que esta separación se produce después de dos años de tensión entre Activision y Destiny, cuya relación desde el lanzamiento del primer Destiny en septiembre de 2014 no parece haber sido un camino de rosas. La misma web también revela que en Bungie se ha recibido la noticia de forma muy positiva, ya que el estudio estaba cansado de tratar con su editor.
"Hemos disfrutado de ocho años plenos de éxito con Destiny, y por ello queremos agradecerle a Activision por esta colaboración", dice Bungie en mensaje a la comunidad. "Mirando hacia el futuro, estamos entusiasmados por anunciar el traspaso de Activision a Bungie de los derechos de publicación de Destiny. Junto a nuestra excepcional comunidad de Destiny, estamos listos para publicar por nuestra propia cuenta, y, por su lado, Activision se enfocará en el desarrollo de los proyectos de los que son propietarios".
Los planes de Activision pasan por centrarse más en sus propiedades intelectuales y otros proyectos. A pesar de este divorcio, Blizzard Entertainment ya ha confirmado mediante sus diferentes cuentas de atención al cliente en Twitter que Destiny 2 seguirá disfrutando del mismo soporte que hasta ahora le ha brindado el cliente Battle.net. No se espera que haya ninguna interrupción de la experiencia de juego como parte de la transferencia de los derechos de publicación sobre el juego.
Las tensiones entre Activision y Bungie se dejaron ver tímidamente en público a finales del 2018. Para entonces el editor anunció que Destiny 2: Los Renegados no ha cumplido con las expectativas de ventas, mientras que el desarrollador sostiene que fue precisamente esa expansión la que esperaban los jugadores. Ahora Bungie ya no tendrá que consultar con Activision a la hora de decidir qué camino toma Destiny.
Además de trabajar en la franquicia Destiny, Bungie se encuentra desarrollando un nuevo proyecto aún no anunciado, pero que cuenta con una inversión de 100 millones de dólares por parte del gigante chino NetEase.
