Al parecer, el pirata informático vendía estos datos bancarios de usuarios españoles en la Deep Web en un fraude que ascendería a 1.100.000 euros. Una operación que comenzaba meses atrás con la denuncia de una entidad bancaria tras detectar el uso fraudulento de tarjetas de crédito y débito que pertenecían a trabajadores de la entidad.
La investigación llevó a la policía hasta la red TOR, donde el informático llevaba a cabo la venta de los datos en distintos dark markets. El hacker contaba con una de las mejores valoraciones en los foros (tenía un feedback positivo superior al 98%) debido a la “calidad” de la información que ofrecía en forma de tarjetas sustraídas.
En total se calcula que habría vendido la información de más de 1.100 tarjetas, todas ellas utilizadas para realizar más de 5.000 operaciones fraudulentas y que habrían supuesto un fraude de 1.100.000 euros.
Finalmente las pesquisas de la policía identificaron al hombre como un extrabajador de una compañía multinacional del sector de la informática que había sido contratado por el banco. El detenido había desarrollado una aplicación propia que había instalado en los sistemas de la entidad para obtener los datos bancarios.