La noticia que hoy nos trae
El Navegante no tiene que ver con la SGAE, los modchips o cualquiera de los temas habituales de EOL, sino con los representantes políticos de los españoles en la Cámara Baja, o más bien, con la bendición electrónica que les acaba de caer del cielo.
Según leemos, el Congreso de los Diputados adquirirá 450 teléfonos móviles UMTS de última generación y 250 ordenadores personales de sobremesa y portátiles con el fin de
cubrir las necesidades de una 'oficina móvil' y que aquellos (los diputados)
puedan desarrollar su actividad cuando no se encuentren en el Congreso.
El contrato está valorado en la muy respetable cifra de 700.000 euros anuales, un dinero que según algunos críticos bien podría emplearse en informatizar debidamente centros de enseñanaza y no en regalos para unos diputados que no sólo están muy bien pagados, sino que además hacen gala de un absentismo que haría enrojecer a más de un macarrilla de instituto.
Mención aparte merecen las líneas finales del artículo, que hacen referencia a la necesidad de minimizar las descargas de material 'multimedia' para minimizar la congestión de la red interna, así como a comprobar si el material descargado está protegido por las leyes de propiedad intelectual o industrial. Parece que sus señorías además de
pornófilas nos han salido piratillas.