Christofer Sundberg, fundador de Avalanche Studios y creador de títulos como Just Cause, Renegade Ops y el próximo Mad Max, ha compartido con los chicos de Gamespot su preocupación por la viabilidad de los títulos AAA. Según el creativo, el desarrollo de juegos de grandes presupuestos es un modelo de negocio caduco que no ha conseguido ponerse al día con los tiempos.
"Realmente no es saludable en estos momentos. Los juegos han evolucionado, la tecnología ha evolucionado pero como negocio todavía estamos atascados en donde estábamos hace 15 años. Según aumentan los presupuestos, aumentan los riesgos", dice Sundberg.
"Los editores están nerviosos porque tienen que proyectar un juego como un éxito masivo en tres años cara el futuro y los desarrolladores se frustran porque necesitan ser flexibles ante cada movimiento que los editores hacen. Es imposible hacer feliz a todo el mundo con la ecuación actual".
Sundberg destaca que los grandes presupuestos dificultan la consecución de un beneficio incluso ofreciendo juegos por un alto precio: "Muy pocos juegos tradicionales de 60 dólares hacen dinero, y lo que antes tenía sentido ahora no lo tiene. Los editores y desarrolladores ven muy pocas veces un retorno de su inversión para juegos de entre 5 y 8 horas".
Según Sundberg, la esperanza viene de la mano de las consolas de nueva generación que podrían suponer la "sacudida" para que los desarrolladores hagan cosas nuevas junto a las grandes compañías, poniendo como ejemplo a Titanfall y Destiny, de EA y Activision respectivamente.
Sin embargo, Sundberg se mantiene prudente incluso con las buenas ventas de las nuevas plataformas "Es un poco pronto para que me sienta cómodo. Las inversiones en los juegos AAA hoy en día son enormes, e incluso si cada uno de los dos millones de jugadores se compra una copia cada uno, la mayoría de los juegos no saldrán a cuenta si fueran exclusivas para la next-gen".
"Realmente no es saludable en estos momentos. Los juegos han evolucionado, la tecnología ha evolucionado pero como negocio todavía estamos atascados en donde estábamos hace 15 años. Según aumentan los presupuestos, aumentan los riesgos", dice Sundberg.
"Los editores están nerviosos porque tienen que proyectar un juego como un éxito masivo en tres años cara el futuro y los desarrolladores se frustran porque necesitan ser flexibles ante cada movimiento que los editores hacen. Es imposible hacer feliz a todo el mundo con la ecuación actual".
Sundberg destaca que los grandes presupuestos dificultan la consecución de un beneficio incluso ofreciendo juegos por un alto precio: "Muy pocos juegos tradicionales de 60 dólares hacen dinero, y lo que antes tenía sentido ahora no lo tiene. Los editores y desarrolladores ven muy pocas veces un retorno de su inversión para juegos de entre 5 y 8 horas".
Según Sundberg, la esperanza viene de la mano de las consolas de nueva generación que podrían suponer la "sacudida" para que los desarrolladores hagan cosas nuevas junto a las grandes compañías, poniendo como ejemplo a Titanfall y Destiny, de EA y Activision respectivamente.
Sin embargo, Sundberg se mantiene prudente incluso con las buenas ventas de las nuevas plataformas "Es un poco pronto para que me sienta cómodo. Las inversiones en los juegos AAA hoy en día son enormes, e incluso si cada uno de los dos millones de jugadores se compra una copia cada uno, la mayoría de los juegos no saldrán a cuenta si fueran exclusivas para la next-gen".
salu2
Para mí, lo que puede cambiar el modelo de negocio es el crowdfunding, y no juegos del tipo Destiny o TitanFall. O, al menos, espero que no.
Yo ultimamente esoty megarata en juegos, compro mucho pero rara vez algo que supere los 10€
Me tengo que descojonar, cada vez hacen juegos más cortos, te meten DLC´s a destajo antes de salir quitándole las ganas de comprarlo a más de uno. Apenas tienen dos años de desarrollo la mayoría de ellos. Siento repetirme pero mirad GTA... 5 años mínimo de desarrollo y ya me diréis si da o no fruto. Queremos juegos pulidos!
PD: JODETE KOJIMA, TÚ Y EL MG.GROUND ZEROES DE 2 HORAS DE DURACIÓN