Este mediodía en Retrosevilla 2018 se ha presentado El legado de 3dfx, un libro dedicado al mítico fabricante de procesadores gráficos que Martín Gamero, también conocido por estos lares como KAISER-77, quiere sacar adelante mediante una campaña de micromecenazgo en Kickstarter. La meta es conseguir llegar a los 16.000 euros para poder publicar el libro en español y en inglés durante el verano de 2019.
El legado de 3dfx es el resultado de más de dos años de documentación e investigación sobre la compañía llevados a cabo por Martín Gamero, que ha dividido su contenido en tres partes. En la primera se trata la historia del 3D, desde los años 70 hasta la creación de 3dfx, así como su ascenso, lucha y caída. Un proceso durante el cual el fabricante tuvo una complicada relación con Sega por la concepción de Dreamcast o Microsoft, cuando rechazó ofrecer soporte para Direct3D con Voodoo2 en favor de Glide y OpenGL.
La segunda será para las gráficas lanzadas o que se quedaron en la mesa de diseño, información que se acompañará con datos sobre empresas relacionadas con 3dfx y comparativas entre productos de la compañía y de la competencia. Además, este capítulo hablará sobre la repercusión de 3dfx en arcades, los juegos o aplicaciones de ordenador que usaron la interfaz Glide. La tercera parte está dedicada a una entrevista y repaso biográfico a Oscar Barea, uno de los mayores coleccionistas y expertos del mundo sobre 3dfx.
La aportación mínima para conseguir una copia de El legado de 3dfx en inglés o en español es de 26 euros. También es posible abonar 38 euros por la edición SLI que acompaña el libro con una camiseta, mientras que la edición Rampage añade un póster A2 sobre las tarjetas y empresas, contenido que viene almacenado en una caja cuyo diseño estará basado en unos prototipos que nunca llegaron a salir a la venta. La campaña de micromecenazgo terminará el 31 de diciembre de 2018.
El legado de 3dfx es el resultado de más de dos años de documentación e investigación sobre la compañía llevados a cabo por Martín Gamero, que ha dividido su contenido en tres partes. En la primera se trata la historia del 3D, desde los años 70 hasta la creación de 3dfx, así como su ascenso, lucha y caída. Un proceso durante el cual el fabricante tuvo una complicada relación con Sega por la concepción de Dreamcast o Microsoft, cuando rechazó ofrecer soporte para Direct3D con Voodoo2 en favor de Glide y OpenGL.
La segunda será para las gráficas lanzadas o que se quedaron en la mesa de diseño, información que se acompañará con datos sobre empresas relacionadas con 3dfx y comparativas entre productos de la compañía y de la competencia. Además, este capítulo hablará sobre la repercusión de 3dfx en arcades, los juegos o aplicaciones de ordenador que usaron la interfaz Glide. La tercera parte está dedicada a una entrevista y repaso biográfico a Oscar Barea, uno de los mayores coleccionistas y expertos del mundo sobre 3dfx.
La aportación mínima para conseguir una copia de El legado de 3dfx en inglés o en español es de 26 euros. También es posible abonar 38 euros por la edición SLI que acompaña el libro con una camiseta, mientras que la edición Rampage añade un póster A2 sobre las tarjetas y empresas, contenido que viene almacenado en una caja cuyo diseño estará basado en unos prototipos que nunca llegaron a salir a la venta. La campaña de micromecenazgo terminará el 31 de diciembre de 2018.
Menudas eran las Voodoo corriendo bajo Glide.
Totalmente de acuerdo.
Aquellos tiempos fueron revolucionarios, nunca olvidaré cuando jugaba con mi 3DFX y ponía ciertos juegos que estaban en PSX también y se los enseñaba a la gente, las inmensas diferencias que había. Se quedaban alucinados!
Gracias a dios que llegó una tal RivaTNT al mercado.
Bien es verdad que luego te pones a mirar los 350-400 juegos que tuvieron soporte para Glide, de los cuales prácticamente todos tuvieron también soporte para Direct3D, y muchos también para OpenGL (como nuestro legendario Blade: The Edge of Darkness), y lo cierto es que en la mayoría de los casos, y a pesar de la ventaja de hardware y API, las versiones Direct3D se suelen ver mejor de media. Además 3DFX y Glide eran muy de la época, de adaptar juegos para jugarlos lo mejor posible en su momento. Microsoft y Direct3D me da la impresión de que tenían mucha más visión de futuro, de que los juegos fueran lo mejor posible en la época pero que tuvieran aún mejores gráficos para el hardware del futuro (Crysis es un caso clarísimo y reconocido de juego pensado para un hardware aún por venir).
Personalmente le he dado mucha caña a Direct3D 1-7 en los últimos años gracias al inmenso trabajo de Dege, autor de dgVoodoo (que aunque se llame así, ya que es en parte un wrapper Glide, su mayor foco es Direct3D), y me quedo con Direct3D antes que Glide, a pesar del cariño que tengo a 3DFX y tener dos Voodoo.
De todas formas no eran las únicas APIS del mercado, a mediados-finales de los 90 aquello era una casa de putas. ATI también tenía su propio API, el ATI3DCIF.