A principios de la semana nos enteramos de que el nuevo Gobierno español iba a fusionar los ministerios de educación y cultura en uno solo (añadiendo también el deporte), y su responsable sería el sociólogo José Ignacio Wert. Nada más tomar posesión de su cargo como nuevo ministro, le dijo a su antecesora que era consciente que quedaban algunas patatas calientes (en clara alusión a la Ley Sinde), que intentaría enfriar debidamente. Nadie sabe muy bien qué quiso decir con ello, pero la hemeroteca nos da alguna pista: Las webs de descargas son la traducción digital del perista o receptador de mercancía robada y los argumentos en contra de su neutralización conducen a la extinción la creación cultural.
Pero el encargado de lidiar con la Ley Sinde no será el Ministro entrante sino el nuevo Secretario de Estado de Cultura, José María Lassalle Ruiz. Este político es un viejo conocido de los opositores de la Ley Sinde y se le responsabiliza de su reintroducción, después de que fuera tumbada en el Congreso hace justo un año. Lassalle convenció a su partido para apoyar la Ley Sinde a cambio de una incumplida promesa de eliminar el canon digital, pero ahora parece ser partidario de una reforma profunda de la Ley de Propiedad Intelectual. Sea como fuere, el 2012 tiene todas las papeletas para ser otro año movido para los internautas.
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Y por qué van a hacerlo si los que se enriquecen precisamente son ellos mismos?