En marzo del año pasado os hablamos de la preocupante situación de la que debería de ser la fase final de producción y distribución de la retroconsola Vega+, que promete llevar a un cómodo formato portátil la magia del popular ordenador de 8 bits ZX Spectrum.
Entonces os contábamos cómo la BBC había destapado un buen número de irregularidades que con las respectivas actualizaciones provenientes de otros medios y de la propia compañía encargada del dispositivo, Retro Computers, adquirían unos tintes más propios de un culebrón de segunda que de una campaña de microfinanciación.
En resumen, la cadena de televisión pública denunciaba que IndieGoGo había retenido 600.000 euros de la campaña debido a la falta de cumplimiento de plazos de Retro Computers, que todavía no había enviado ni una sola consola y culpaba (tras conocerse la situación) a un cúmulo de factores que incluían la traición y una campaña de difamación en la sombra.
Desde entonces cabría esperar que la microconsola hubiese llegado ya a manos de sus mecenas, pero aparentemente solo unas pocas unidades han recibido este trato y solo bajo la condición de rechazar la inclusión de los prometidos más de 1.000 juegos clásicos del sistema. La compañía afirma que los elegidos para el envío están encantados con el dispositivo pero dejando a un lado la opinión de Jan Saggiori, que ha sido acusado anteriormente de mantener una relación con el fabricante, otros clientes parecen mucho menos entusiasmados:
Craig Wootton explica en el vídeo que decidió apuntarse a la lista de los que preferían su Vega+ sin juegos preinstalados para mejorar sus posibilidades de recibirla, pero incluso bajo esta condición parece difícil justificar que la consola llegase en una caja sin ningún tipo de relleno o instrucciones y que tras su contacto inicial no pudiera hacerla funcionar en ningún momento de forma satisfactoria.
Dejando a un lado lo que podría ser un problema de expectativas incumplidas, la situación se complica de forma considerable con el nuevo informe de la BBC, que asegura que Sky, la compañía que gestiona las marcas Sinclair y ZX Spectrum, ha retirado su apoyo y los derechos sobre estas al fabricante por los sucesivos incumplimientos de plazos y del contrato. Con este cambio, el fabricante tendrá que eliminar las marcas del proceso de producción y se encuentra con un posible dilema aún más complicado en el apartado del software.
La promesa de los 1.000 juegos licenciados de Retro Computers se complica aún más con este cambio, aunque teniendo en cuenta las declaraciones de Sky puede que solamente se vean afectados los aspectos meramente estéticos y de promoción de la consola (asumiendo que finalmente el fabricante cumpla sus objetivos de distribución).
Entonces os contábamos cómo la BBC había destapado un buen número de irregularidades que con las respectivas actualizaciones provenientes de otros medios y de la propia compañía encargada del dispositivo, Retro Computers, adquirían unos tintes más propios de un culebrón de segunda que de una campaña de microfinanciación.
En resumen, la cadena de televisión pública denunciaba que IndieGoGo había retenido 600.000 euros de la campaña debido a la falta de cumplimiento de plazos de Retro Computers, que todavía no había enviado ni una sola consola y culpaba (tras conocerse la situación) a un cúmulo de factores que incluían la traición y una campaña de difamación en la sombra.
Desde entonces cabría esperar que la microconsola hubiese llegado ya a manos de sus mecenas, pero aparentemente solo unas pocas unidades han recibido este trato y solo bajo la condición de rechazar la inclusión de los prometidos más de 1.000 juegos clásicos del sistema. La compañía afirma que los elegidos para el envío están encantados con el dispositivo pero dejando a un lado la opinión de Jan Saggiori, que ha sido acusado anteriormente de mantener una relación con el fabricante, otros clientes parecen mucho menos entusiasmados:
Craig Wootton explica en el vídeo que decidió apuntarse a la lista de los que preferían su Vega+ sin juegos preinstalados para mejorar sus posibilidades de recibirla, pero incluso bajo esta condición parece difícil justificar que la consola llegase en una caja sin ningún tipo de relleno o instrucciones y que tras su contacto inicial no pudiera hacerla funcionar en ningún momento de forma satisfactoria.
Dejando a un lado lo que podría ser un problema de expectativas incumplidas, la situación se complica de forma considerable con el nuevo informe de la BBC, que asegura que Sky, la compañía que gestiona las marcas Sinclair y ZX Spectrum, ha retirado su apoyo y los derechos sobre estas al fabricante por los sucesivos incumplimientos de plazos y del contrato. Con este cambio, el fabricante tendrá que eliminar las marcas del proceso de producción y se encuentra con un posible dilema aún más complicado en el apartado del software.
La promesa de los 1.000 juegos licenciados de Retro Computers se complica aún más con este cambio, aunque teniendo en cuenta las declaraciones de Sky puede que solamente se vean afectados los aspectos meramente estéticos y de promoción de la consola (asumiendo que finalmente el fabricante cumpla sus objetivos de distribución).
Yo participé solamente en 1 (os acordais de ouya) y lo tengo claro no, cristalino:
Tu fabrica, que yo lo pueda ver y tocar... y después si eso me lo pienso.
Eso mismo venía a decir...es fea,pero fea fea en todo,pantalla,botones,forma...es muy gruesa o eso me parece por el vídeo...y parece china pero de las malas malas...
Mismamente la rs-97 o la pap kIII plus parecen más serias.
Yo veo eso esas imágenes del crowfunding y no solo no pago por ello,sino que les exijo que me paguen por haberme enseñado algo tan putamente horrible.
Saludosss
Creo que las principales páginas de crowdfunding necesitan a gente especializada que asesore para sacar adelante proyectos de este calibre. Si fuera tan fácil hacer una máquina así, habría miles. Y por mucho que sepas de hardware, luego te puedes perder en cosas del tipo cadenas de producción, diseño, packaging y demás, por no hablar de marketing.
Luego está también el intento de maximizar beneficios por encima de lo viable. Incluso a las grandes compañías que están forradas de pasta les pasan montones de cosas por avariciosas, con consolas que cascan, teléfonos que salen ardiendo, servidores que se van a por pan y demás. Tienes un proyecto en Kickstarter, ves que cala y la gente empieza a tirarte dinero, te vienes arriba, y al final la cagas por jibia.