En Hypergun encarnaremos a Dewey Owens, un becario en la empresa DevTech Labs que se encarga del desarrollo del arma definitiva para hacer frente a una (no hipotética sino muy real) invasión alienígena. Cuando Owens acude a la oficina el fin de semana (la empresa mantiene un lógico horario estándar de 40 horas semanales) se adentra en el simulador con el fin de probar los más de 150 módulos del arma frente a una variada selección de amenazas virtuales.
Buena parte de la propuesta temática de Hypergun se basa en el humor relacionado con las absurdas ideas que el personal de DevTech Labs ha aprobado para la creación del arma definitiva. Así, entre los componentes clave para abrirnos camino ante la selección de enemigos y jefes de muy variada morfología y capacidades encontraremos algunos tan ridículos como la escopeta que dispara láseres, el lanzador de sierras mecánicas o el que emplea como munición (agresivos) castores de color púrpura.
Encontraremos el mismo estilo de humor en el apartado de progresión, para el que asaltaremos los perfiles de usuario de los compañeros de Owens en busca de varias docenas de habilidades únicas que evolucionar. En el proceso sabremos algo más de la sana política de empresa de DevTech y conoceremos los entresijos de las relaciones de oficina durante el que tiene muchos visos de convertirse en el último año fiscal (y natural) para este equipo.
Los niveles de Hypergun son generados como es habitual en el subgénero por un sistema procedimental que también se encarga de las combinaciones de herramientas, componentes, habilidades y otras mecánicas que dan variedad al juego. El apartado técnico del juego destaca por su colorida propuesta con una banda sonora acorde a la estética de neón y acción frenética.
El juego estará disponible a un precio aproximado de 15 euros y tras su lanzamiento en PC el estudio prepara su llegada a las consolas Xbox One y PlayStation 4 en otoño.
