El principal obstaculo que hay actualmente para desarrollar un firmware casero para Wii es el riesgo inutilizar la consola, ya que aunque la seguridad del sistema ha caído totalmente cualquier error de programación puede causar un brick.
La situación sin embargo puede cambiar con un nuevo avance de la scene, ya que se ha conseguido utilizar memorias NAND externas, configurando su uso mediante un interruptor. De esta forma el desarrollador puede probar modificaciones del firmware y restaurar rápidamente la NAND en caso de error.