Electronic Arts y Sony han coincidido en el tiempo a la hora de aceptar que el mercado de segunda mano no es tan malo como lo pinta la industria. Blake Jorgensenm, director financiero y vicepresidente ejecutivo de Electronic Arts, ha reconocido que los juegos de segunda mano son una parte importante de la industria. Por su parte Andrew House, CEO de Sony Computer Entertainment, reconoce que la segunda mano no es la fuerza del mal que algunos pregonan.
“Creo que los juegos usados son una parte importante de la industria", comenta Blake Jorgensenm. "La gente piensa en el precio de un juego basándose en el hecho de que pueden venderlo y para eso necesitan un disco físico. Así que, probablemente, el negocio físico se mantenga a nuestro alrededor durante un tiempo".
Andrew House reconoce a GameInformer haber "visto datos según los cuales la gran mayoría de las ventas de juegos de segunda mano inmediatamente se destinan a otras compras, de alguna manera no salen de la economía del videojuego”. Para House hay que buscar un equilibrio entre los creadores de contenido y los consumidores, que sin el mercado de segunda mano no podrían disfrutar de una gama de juegos tan amplia.
Las palabras Blake Jorgensenm y Andrew House son un giro de 180 grados a las políticas que habían mantenido las dos compañías a las que representan. En el pasado Electronic Arts y Sony fueron dos de las editoras que más impulsaron el hoy extinto Online Pass, una medida que castigaba al comprador de segunda mano.
Este cambio se debe principalmente a dos factores: las protestas que provocaron las restricciones a la segunda mano y, sobre todo, a las limitaciones de las conexiones a Internet de la mayoría de usuarios. Esto último tiene como resultado que las ventas por el canal físico sigan existiendo, lo que da pie al floreciente mercado de los juegos de segunda mano.
Tal y como reconoce Blake Jorgensenm, "el mayor obstáculo aún parece ser el ancho de banda de los hogares, las velocidades han mejorado mucho en los últimos cinco años, pero debido a la mayor potencia de las consolas el tamaño de juegos juegos también ha incrementado".[..] "Para poner un ejemplo, descargar Battlefield desde la nueva PlayStation puede tardar alrededor de seis horas".
