Nintendo es una compañía que cuando presenta sus resultados económicos es bastante transparente con los números y en caso de duda los accionistas pueden resolverla en una posterior sesión de preguntas y respuestas. Como ejemplo tenemos el interrogante que ha generado el continuo aumento en la inversión en Investigación y Desarrollo (I+D), que durante el pasado año fiscal fue de 93.253 millones de yenes (705 millones de euros), un 11 % más que el anterior y una cifra nunca antes vista. ¿Por qué tanto dinero?
Según explica Shuntaro Furukawa, presidente de Nintendo, “el desarrollo de la próxima generación debe empezar unos años antes del lanzamiento, motivo por el cual el gasto en I+D está aumentando de forma gradual”. El ejecutivo recuerda que dentro de esta partida también se encuentra parte de la inversión en el desarrollo de juegos. Furukawa sostiene que Nintendo tiene como objetivo ofrecer un constante flujo de software first-party para Switch y en este sentido no se debe reparar en gastos.
Es más, el presidente de Nintendo defiende que el negocio de la compañía pasa por seguir integrando software y hardware, motivo por el cual la previsión es la de aumentar aún más el gasto en I+D para impulsar ambas áreas. No sabemos cómo será la próxima consola de Nintendo, pero en el pasado Furukawa aseguró que su siguiente apuesta debería innovar y proponer nuevas formas de entretenimiento, una estrategia que con Switch está funcionando muy bien. Respecto a los juegos, en los próximos meses deberíamos tener novedades.
De cara al año fiscal 2022, Nintendo espera aumentar ligeramente el gasto en I+D hasta llegar a los 95.000 millones de yenes (718,5 millones de euros). A pesar de esta inversión, nadie debe esperar una nueva generación de Nintendo a corto plazo, pues Furukawa dice que Switch sigue en mitad de su ciclo. Quizás si podemos aguardar un nuevo y más potente modelo de Switch.
La demanda de Nintendo Switch supera la oferta y las expectativas
Durante la sesión de preguntas y respuestas, los accionistas de Nintendo también se han mostrado preocupados por cómo afecta a la producción de Nintendo Switch la crisis de los semiconductores. Furukawa ha reconocido que los planes de producción son inciertos y que la previsión de vender 25,5 millones de unidades durante el año fiscal 2022 se basa en la premisa de que conseguirán los materiales. Sin embargo, la ambición es la de producir tantas consolas como puedan, así que la compañía está abierta a revisar su estimación.
A pesar de todos los esfuerzos, Furukawa asegura que la demanda de hardware continúa superando sus expectativas y la producción se queda corta. No es la situación ideal para nadie, pero es un logro que después de cuatro años en el mercado Nintendo Switch siga conservando este poder de atracción que la puede llevar a rebasar las ventas de Wii y PS4.
