Después de cuatro meses de negociaciones, Orange y MásMóvil anuncian la firma de acuerdo vinculante para fusionar sus negocios en España mediante una joint venture administrada con igualdad de derechos de gobernanza. La transacción se acuerda en una valoración de la empresa conjunta de 18.600 millones de euros, 7.800 millones de euros para Orange y 10.900 millones de euros para MásMóvil. En la práctica, esto significa que pasaremos de cuatro grandes operadores con alcance nacional a tres: Telefónica, Orange/MásMóvil y Vodafone.
Como es habitual en este tipo de transacciones, la operación está sujeta a la aprobación de las autoridades pertinentes incluyendo las de competencia, y se espera que se cierre en la segunda mitad del año 2023 “como muy tarde”. Posiblemente el beneplácito no solo tiene que llegar de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la misma que hace unos años alababa el ascenso de MásMóvil ante el oligopolio, sino que debido a la magnitud de la operación también hay que mirar hacia Bruselas. Hasta que se obtengan las aprobaciones la transacción no será oficial y ambas compañías continuarán operando de forma independiente.
Actualmente Orange es el segundo operador nacional, mientras que MásMóvil, que a lo largo de los años ha engordado con la compra de compañías como Euskaltel, Yoigo, Pepephone, es el cuarto. MásMóvil empezó a crecer adquiriendo a Orange los activos sobrantes de la compra de Jazztel, y ahora todos se volverán a unir. Telefónica, que hace unas semanas dijo que la posible unión entre Orange y MásMóvil era “una noticia muy positiva para la sostenibilidad del sector”, se mantendrá como primer operador español en ingresos. Sin embargo, la combinación de Orange y MásMóvil liderará el mercado de líneas móviles y banda ancha fija.
“La empresa conjunta, que uniría negocios complementarios como los de Orange y MásMóvil, daría lugar a importantes eficiencias, lo que permitiría a la entidad combinada acelerar las inversiones en FTTH y 5G, que serán beneficiosas para los consumidores españoles”, dicen ambas compañías en un comunicado. Está por ver las implicaciones que esta fusión tendrá para los clientes. Por ahora lo único que podemos dar por seguro es que pasaremos de un escenario con cuatro operadores nacionales a tres, mientras que Telefónica pedirá que lo dejen de considerar un operador dominante.
