El protagonista de Cult of the Lamb es un cordero que tras ser salvado del sacrificio por un ominoso desconocido tiene la obligación de pagar su deuda formando una secta en nombre de su oscuro redentor. “Crea tu propia secta en una tierra de falsos profetas, aventurándote en regiones diversas y misteriosas para construir una leal comunidad de adeptos de los bosques, y difunde tu Palabra para convertir tu secta en la única y verdadera”, dice la descripción oficial del juego. El objetivo es formar “la secta definitiva”.
Lo primero que se debe hacer para dar vida a una secta es reunir a un rebaño, y en Cult of the Lamb esto se consigue convirtiéndose en un cruzado de la fe que recorre el mundo en busca de nuevos adeptos para reclutarlos. A la vez, se deben localizar a los falsos profetas para aniquilarlos. De regreso al campamento, hay que adoctrinar a los neófitos, algo que será más sencillo si ya se ha establecido una doctrina y dictado las normas de la secta. Los sermones diarios servirán para extraer el poder de los discípulos.
Cuando nuestro cordero se adentre en el mundo generado de forma procedimental de Cult of the Lamb deberá enfrentarse a los infieles, buscar armas cuerpo a cuerpo, absorber maldiciones para dominar los poderes más oscuros y encontrar cartas del tarot que otorgarán habilidades que definirán su forma de combatir. Los enemigos serán cada vez más fuertes hasta llegar a los cuatro obispos. Ellos tienen aprisionado al desconocido que ha salvado a nuestro protagonista, así que para saldar la deuda hay que liberarlo eliminando a los prelados.
Como todopoderoso cordero también será una obligación del jugador cuidar al rebaño. A los fieles hay que guiarlos y alimentarlos para lograr tener una próspera secta en los bosques. Asimismo, se deben reunir recursos para construir nuevas estructuras, realizar rituales oscuros para apaciguar a los dioses y pronunciar sermones para reforzar la fe. Los regalos y los matrimonios ayudarán a mantener el grupo unido. En definitiva, hay que hacer todo lo posible para que los fieles estén contentos, de lo contrario empezarán a perder la fe.
En caso de que haya miembros del rebaño descontentos, estos se revelarán e intentarán convencer al resto de que abandonen la secta. Los disidentes deben ser reeducarlos o sometidos a oscuros rituales para sacrificarlos a los dioses. Todas estas decisiones determinarán qué clase de líder es cada uno.
