La nube es un buen modelo de negocio, pero cuando se trata de juego en la nube la tecnología aún debe superar una serie de desafíos técnicos, motivo por el cual todavía tardará en sustituir a las consolas. Como mínimo esto es lo que piensa Kenichiro Yoshida, director ejecutivo de Sony, que en una entrevista concedida al Financial Times ha reconocido que la transmisión de juegos mediante Internet aún debe vencer una serie de dificultades técnicas. Sin embargo, desde la compañía japonesa se muestran dispuestos a afrontarlas y superarlas.
“Creo que la nube en sí es un modelo de negocio increíble, pero cuando se trata de juegos, las dificultades técnicas son elevadas”, comenta Yoshida, que cita como el mayor problema la latencia, es decir, el retraso en una comunicación. Lo cierto es que la latencia arruina cualquier experiencia de juego, pues nadie se siente cómodo viendo en la pantalla a un personaje que reacciona tarde a una orden. En cualquier caso, Yoshida se muestra deseoso a la hora de afrontar los desafíos que presenta el juego en la nube.
A la latencia le podemos sumar otros elementos como el estado de los servidores así como la velocidad y estabilidad de la conexión a Internet del usuario. Este último punto no depende de Sony (ni de cualquier otro proveedor de contenido en streaming), pero es igualmente importante. Para jugar en la nube hay que cumplir una serie de requisitos y uno de los principales es una conexión rápida y estable. Por ejemplo, el juego en streaming incluido en PlayStation Plus Extra y Premium requiere de una conexión de como mínimo 5 Mbps.
Los juegos en la nube son técnicamente complicados, como mínimo en opinión de Yoshida, a pesar de que se trata de una tecnología que lleva más de una década entre nosotros. En 2012 Sony pagó 380 millones de dólares por Gaikai, un servicio de juego basado en la nube liderado por David Perry, y en 2015 se quedó con los activos de su rival OnLive. Respecto a Microsoft, ofrece juego en la nube mediante la suscripción Xbox Game Pass Ultimate, que tiene a su servicio la infraestructura global de Azure, la joya de la corona de los de Redmond.
Tal y como están las cosas a día de hoy y por las declaraciones de Yoshida, el juego en la nube aún está más cerca de ser un complemento que una alternativa a las consolas o un ordenador de gama media / alta. Sin embargo, su potencial parece muy alto. Tanto es así que a la hora de analizar la compra de Activision Blizzard por parte de Microsoft la parte que más han mirado los reguladores ha sido el juego en la nube. La CMA ha llegado a bloquear el acuerdo justamente por el dominio que cree que le daría en este incipiente sector a Microsoft.
