El formato Blu-ray sigue marchitándose, hasta el punto de que empieza a ser lícito preguntarse cuánto tiempo le queda en el mercado como opción generalista. Sirva como prueba de ello el hecho de que LG, uno de los últimos fabricantes de reproductores domésticos a precios “corrientes”, ha anunciado que abandonará la producción de lectores para el salón, limitándose a comercializar las existencias que pueda haber en tiendas y almacenes.
La noticia afecta tanto a los lectores Blu-ray convencionales como a los más nuevos Blu-ray UHD, lanzados en 2016 y preciados por los cinéfilos por ofrecer una calidad drásticamente superior a la ofrecida por las plataformas de streaming, por mucho que hayan mejorado durante los últimos años.
El cese de producción de LG no era necesariamente predecible, pero tampoco sorprende en exceso si se considera que tanto Oppo como Samsung dejaron de comercializar lectores Blu-ray domésticos hace años. Así las cosas, Sony y Panasonic son las últimas grandes marcas defendiendo el fuerte con productos destinados a unos consumidores con unas exigencias de claridad de imagen y audio muy superiores a las del gran público.
Los cálculos de FlatPanelsHD reflejan de forma bastante clara el declive de las ventas de discos ópticos.
Si bien la división surcoreana de LG ha señalado a FlatPanelsHD que podría volver a fabricar lectores si aumentara la demanda de este tipo de dispositivos, esta situación parece en extremo implausible.
Las ventas de discos Blu-ray y Blu-ray UHD han implosionado con respecto a su punto álgido allá por 2018, y aunque técnicamente generan más dinero que el formato DVD, los discos ópticos se han convertido en un producto de nicho, como manifiestan el hecho de que marcas exclusivas como Pannde y Magnetar sean las únicas lanzando nuevos reproductores y la propia evolución de las consolas de videojuegos, cada vez más volcadas en las descargas y las compras digitales.
La noticia afecta tanto a los lectores Blu-ray convencionales como a los más nuevos Blu-ray UHD, lanzados en 2016 y preciados por los cinéfilos por ofrecer una calidad drásticamente superior a la ofrecida por las plataformas de streaming, por mucho que hayan mejorado durante los últimos años.
El cese de producción de LG no era necesariamente predecible, pero tampoco sorprende en exceso si se considera que tanto Oppo como Samsung dejaron de comercializar lectores Blu-ray domésticos hace años. Así las cosas, Sony y Panasonic son las últimas grandes marcas defendiendo el fuerte con productos destinados a unos consumidores con unas exigencias de claridad de imagen y audio muy superiores a las del gran público.
Si bien la división surcoreana de LG ha señalado a FlatPanelsHD que podría volver a fabricar lectores si aumentara la demanda de este tipo de dispositivos, esta situación parece en extremo implausible.
Las ventas de discos Blu-ray y Blu-ray UHD han implosionado con respecto a su punto álgido allá por 2018, y aunque técnicamente generan más dinero que el formato DVD, los discos ópticos se han convertido en un producto de nicho, como manifiestan el hecho de que marcas exclusivas como Pannde y Magnetar sean las únicas lanzando nuevos reproductores y la propia evolución de las consolas de videojuegos, cada vez más volcadas en las descargas y las compras digitales.
Al contrario. Se consume mucho más en servicios bajo demanda y digital que en físico
Lo curioso es ver como el DVD mantiene el tipo después de tanto tiempo.