Porque no está muerto lo que yace eternamente, Windows 7 tiene una nueva actualización. Apenas unos días después de que Microsoft pusiera punto y final a su exitoso sistema operativo, aún utilizado por más de una cuarta parte del parque informático mundial, la firma de Redmond ha tenido que lanzar un nuevo parche tras detectar que la actualización de despedida introduce problemas en la gestión de los fondos de pantalla.
El fallo es pequeño (minúsculo, incluso) y sin implicaciones de ninguna clase a nivel de seguridad, pero la circunstancia no podía ser más llamativa: la última actualización que debía recibir Windows 7 ha terminado introduciendo un bug. Ahora es la penúltima.
Para los usuarios que se pregunten el motivo de esta actualización post mortem, Microsoft señala que "tras instalar KB4534310, tu papel de escritorio puede mostrarse negro cuando se configure como extendido". No hay por tanto pérdida de información ni riesgo para los usuarios de ninguna clase; simplemente el fondo de pantalla puede desaparecer en algunas configuraciones.
Así las cosas, las personas que vean por tanto una actualización para Windows 7 no tienen nada que temer. Ni el bug es grave, ni un malware intenta forzar una actualización espuria tras perder el soporte oficial de Microsoft. Dicho esto, conforme pase el tiempo los riesgos de sufrir ataques crecerán de forma acentuada para los equipos que sigan utilizando un sistema operativo ya condenado a la obsolescencia.
Como bien señala The Verge, que Microsoft lance un parche para un sistema operativo oficialmente abandonado a nivel de consumo es algo extraordinariamente raro. Windows 7 seguirá recibiendo actualizaciones, sí, pero solo para los usuarios de alguno de sus planes de actualizaciones ampliadas, que están dispuestos a pagar un buen pellizco a cambio de mantener seguros unos sistemas que en muchas ocasiones no pueden recibir una versión más reciente de Windows.
El fallo es pequeño (minúsculo, incluso) y sin implicaciones de ninguna clase a nivel de seguridad, pero la circunstancia no podía ser más llamativa: la última actualización que debía recibir Windows 7 ha terminado introduciendo un bug. Ahora es la penúltima.
Para los usuarios que se pregunten el motivo de esta actualización post mortem, Microsoft señala que "tras instalar KB4534310, tu papel de escritorio puede mostrarse negro cuando se configure como extendido". No hay por tanto pérdida de información ni riesgo para los usuarios de ninguna clase; simplemente el fondo de pantalla puede desaparecer en algunas configuraciones.
Así las cosas, las personas que vean por tanto una actualización para Windows 7 no tienen nada que temer. Ni el bug es grave, ni un malware intenta forzar una actualización espuria tras perder el soporte oficial de Microsoft. Dicho esto, conforme pase el tiempo los riesgos de sufrir ataques crecerán de forma acentuada para los equipos que sigan utilizando un sistema operativo ya condenado a la obsolescencia.
Como bien señala The Verge, que Microsoft lance un parche para un sistema operativo oficialmente abandonado a nivel de consumo es algo extraordinariamente raro. Windows 7 seguirá recibiendo actualizaciones, sí, pero solo para los usuarios de alguno de sus planes de actualizaciones ampliadas, que están dispuestos a pagar un buen pellizco a cambio de mantener seguros unos sistemas que en muchas ocasiones no pueden recibir una versión más reciente de Windows.
A principios de año, Microsoft lanzó las últimas actualizaciones de seguridad de Windows 7. Los usuarios se preparaban para despedirse de él de una vez por todas, pero surgió un problema. La pantalla se tiñe de negro cuando se intenta estirar el fondo de pantalla: "Después de instalar KB4534310, el fondo de escritorio puede mostrarse en negro cuando se establece en Estirar" ha admitido Microsoft.
Este error ha obligado a la compañía a recuperar Windows 7 y lanzar una nueva actualización para solventar el problema en todos los dispositivos que pudieran verse afectados. De no haber lanzado la actualización, los usuarios habrían tenido que pagar para poder corregirlo.
En un principio, Microsoft indicó que la solución sólo estuviera disponible "para organizaciones que compraron Windows 7 Extended Security Updates (ESU)". Sin embargo, en el último momento parece que la compañía ha rectificado y estará disponible para todos, ejecutando Windows 7 y Windows Server 2008 R2 SP1.
Larga vida a w7.
Al menos hasta que me den valor añadido más allá del candy crush y la ralentización en discos duros mecánicos