Pues ya era hora que chaparan Skype, que aplicación más nefasta, cierra bien la puerta al salir.
Lo malo es que nos dejan Teams, impuesto en muchos entornos empresariales y que es otra pesadilla incluso mayor.
Por cierto, los técnicos de Microsoft se niegan a explicar como no guardar los datos de usuarios en Teams, es decir, que no aparezca una lista con los nicks de los que se han conectado, por supuesto que no guarde las contraseñas.
Dicen que es por nuestro bien y es una mejora, pero no dan opción al usuario por ejemplo cuando se usa un ordenador público o de la sala de reuniones.