Activision Blizzard ha anunciado una reestructuración de personal que se cobrará un 8 % de su plantilla, porcentaje detrás del cual se encuentran unos 775 empleados. Este recorte se comunica en el mismo momento que el editor estadounidense ha revelado a sus inversores y accionistas que en 2018 logró un
beneficio récord de 7.500 millones de dólares, de los cuales 5.790 millones de dólares llegaron mediante el canal digital.
En su comunicado, Activision Blizzard asegura que el recorte de personal se ha producido en departamentos administrativos y no relacionados con el desarrollo de videojuegos. De hecho, la editora afirma que parte del dinero que se ahorrará en salarios lo invertirá en incrementar un 20 % los recursos de desarrollo para las franquicias Call of Duty, Candy Crush, Overwatch, Warcraft, Hearthstone y Diablo. La plantilla de esta última saga se ampliará de forma "significativa", ya que hay varios proyectos en marcha. Sin embargo, Blizzard no planea
ningún gran lanzamiento para el 2019.
Bobby Kotick, director ejecutivo de Activision Blizzard, ha sacado pecho por haber logrado los mejores resultados en la historia de la compañía, pero lamenta que no se hayan dado cuenta “de todo nuestro potencial”. Ahora esperan encontrarlo con menos personal. Por otro lado, J. Allen Brack, presidente de Blizzard, ha reconocido en un
mensaje a la comunidad que en los últimos años algunos departamentos ajenos al los equipos de desarrollo se expandieron más allá de las necesidades de la compañía, y en consecuencia se ha llevado a cabo una reestructuración.
Los resultados de Activision Blizzard también revelan los usuarios mensuales activos que registraron durante el último trimestre de 2018 las tres compañías que forman parte del grupo. Son los siguientes: Activision 53 millones, Blizzard 35 millones y King 268 millones. Además, Activision ha anunciado que
Crash Bandicoot N. Sane Trilogy ha logrado superar los
10 millones de unidades vendidas.
Activision Blizzard espera que el 2019 sea un año de transición y en consecuencia anticipa una caída interanual de los ingresos.