zeles escribió:A ver, en cierto modo atribuir estos actos como el intento de asesinato a una corriente ideológica u otra me parece que no señala el problema real de lo que ha ocurrido ahí y es hacer un ejercicio nulo de comprender siquiera.
Es EEUU, el paraíso de los locos con pistola, lo mismo da una corriente ideológica u otra, locos hay en ambos bandos y los habrá siempre, el fallo aquí ha estado en la policía y en el servicio secreto que se le ha informado por parte de gente que habían visto algo sospechoso en un tejado e hicieron caso omiso.
Ahora, culpar a toda una corriente política por el acto de un solo loco como estrategia política me parece un acto lamentable tanto si llega de una parte parte como la de otra.
Ya sabemos que a la gente por lo general, le gusta culpar y enfrentarse al bando ideológico enemigo y opuesto, y esto seguramente se deba a un instinto primigenio del ser humano, pero...
Realmente no tiene nada que ver que un individuo que comete asesinatos, (o intentos), esté registrado o milite en un determinado partido político, pertenezca a grupos antifas comunistas o fascistas nazis, ya sean bandas callejeras que provocan disturbios o grupos skinheads y redskins, porque NO necesariamente lo hacen vinculante de esos partidos o ideologías, y lo mismo ocurre con organizaciones políticas con decenas o cientos de individuos que pueden estar controlados sin saberlo.
Ese tipo, o era un solitario enfermo mental, o lo han usado, o ambos:
https://es.wikipedia.org/wiki/Guerra_psicológicahttps://es.wikipedia.org/wiki/Operación_de_bandera_falsaDicho lo cual, a una persona que ha caído inconscientemente en esa manipulación sectaria, le encanta poner de ejemplo a alguien que comete una matanza de afros en estadosunidos, o incluso a quienes se alegran de ello, al mismo tiempo que se jacta de culpar a toda una determinada ideología y a todos aquellos afines o simpatizantes a ella, aunque sin tener en cuenta con independencia a quienes repudian esos actos, de esta manera consiguen demonizarlos a todos a la vez, junto con la anulación de sus ideas políticas.
Aunque no vamos a negar que al cerebro le gusta este juego de las rivalidades, pero también hay que ser un poco conscientes y no dejarse llevar tanto.
PD: Vaya tela los
zurdos las barbaridades que sueltan. Me cachis, ya he caído en el juego...