La Asociación Española de Videojuegos (AEVI) ha
anunciado haber interpuesto una serie de denuncias por un supuesto delito contra la propiedad intelectual a empresas e individuos dedicados a la venta de consolas retro sin licencia. Según la patronal, estas acciones se han tomado tras la negativa de los denunciados a retirar estos productos después de ser notificados de forma oficial.
AEVI dice que las “falsificaciones” denunciadas “corresponden principalmente a genéricos como el denominado Raspberry Pi, al que se le instala un software de emulación que permite reproducir videojuegos de consolas de generaciones previas”. Además asegura que este tipo de dispositivos “suelen poseer miles de videojuegos preinstalados de forma ilegal”. La comercialización de estas consolas retro sin licencia se produce en portales de compraventa y a través de tiendas físicas y online especializadas.
Desde la asociación se afirma que “la proliferación de falsificaciones de consolas retro afecta a la reedición de videojuegos de éxito en nuevas plataformas legales”. Es decir, lo que solemos llamar una adaptación o remasterización de un título. La patronal también sostiene que estos dispositivos “frenan el relanzamiento de consolas pasadas con nuevas capacidades técnicas dirigidas a un público nostálgico”. En otras palabras, la comercialización de reproducciones como NES Classic Mini (que se
volverá a poner a la venta el próximo verano) o SNES Classic Mini.
José María Moreno, director general de la AEVI, no ha dejado escapar la ocasión para recordar que “la piratería supone una importante lacra en la consolidación de la industria en España, con la generación de empleo y la captación de talento asociada a ello”. Estas declaraciones llegan después de un Black Friday de récord con
más de 67 millones de euros gastados en videojuegos en España y la previsión de cerrar el año con datos de facturación muy positivos para el sector.