La presentación de AMD en la feria taiwanesa Computex no ha dejado indiferente a la comunidad internacional de entusiastas del
hardware, extendiendo las predicciones de muchos medios con un primer vistazo a varias de las tecnologías venideras de la marca y que parece que tomarán forma como soluciones a la venta antes incluso de lo esperado.
Tal vez el producto más interesante mostrado durante el evento es la Radeon RX 480, el primer ejemplo de la nueva serie Polaris 10 que cuenta como principal diferencia con la anterior tecnología de AMD el paso a un proceso de fabricación FinFET de 14 nm (las últimas generaciones de gráficas se mantuvieron en los 28nm más tiempo del habitual, de ahí el importante salto de escala). Desde antes ya de la presentación de nVidia de sus nuevas Pascal basadas en un proceso de fabricación similar, se había hablado de que AMD apostaría por la gama media en lugar de competir en el segmento de rendimiento máximo, pero parece que la RX 480 aún podría dar que hablar en este aspecto... y su precio también.
Para empezar, la nueva gráfica contará con 36 CUs (sí, la misma cantidad que en las especificaciones filtradas de PlayStation NEO y que no coinciden con ninguna otra GPU existente) que redundarán (basándonos en la conservación de la arquitectura GCN de AMD) en 2304
stream processors. Estas especificaciones, junto con la integración de 4 u 8GB de memoria GDDR5 y un rendimiento superior a los 5 TFLOPS, sitúan a la RX 480 en una posición cercana a las actuales R9 390 o incluso 390 X y según AMD la hacen perfectamente capaz para su integración en un equipo "certificado para la Realidad Virtual".
Pero los dos factores determinantes para la importancia de esta solución son las demás cifras reveladas por AMD: la RX 480 estará disponible a partir del día 29 de junio a un precio de lanzamiento de 199 dólares (debemos asumir que para la versión con 4GB de VRAM) frente a los 329$ de la R9 390 o los 379$ de la nVidia GTX 1070; y su consumo bajará hasta los 150W, propiciando su integración con sistemas de refrigeración y equipos muy compactos. Desde AMD también apuntan que al menos en algunas pruebas (mencionan el exigente Ashes of the Singularity) dos de estas tarjetas en paralelo superan el rendimiento ofrecido por la imponente GTX 1080 de nVidia, cuyo precio de lanzamiento es de 599 dólares.
La línea Radeon no fue la única protagonista de la presentación de AMD que también dedicó un importante espacio a la nueva arquitectura para CPUs Zen, con los primeros especímenes de nombre en clave "Summit Ridge" contando con 8 núcleos y 16 hilos, empleando el nuevo zócalo AM4 y que estarán disponibles en su momento como piezas para placas estándar, servidores y también integrados en las nuevas APUs de la compañía.
En esta última área AMD presentó las A9 de séptima generación, orientadas a los portátiles económicos y elevando el rendimiento considerablemente sobre las anteriores y los modelos más complejos como la 9800P, que superaría en un 50% el rendimiento 3D (al menos en 3D Mark 11) de la solución integrada con los Intel Core i7 6500U e incorpora soporte para vídeo 4K y HEVC
La presentación de AMD dejó otros datos interesantes como los avances en las tecnologías Vulkan y GPU Open, que permitirán un rendimiento inesperado de títulos como Doom (varios de sus desarrolladores participaron a través de una grabación) en ordenadores portátiles y de bajo coste e insistió en la necesidad de reducir la barrera económica de acceso a la Realidad Virtual y el
gaming de alta calidad en los ordenadores, mencionando directamente a las soluciones más caras de la competencia. Finalmente también reforzaron su aproximación "tangible" con la presencia de equipos de inminente distribución de fabricantes como HP y Dell que integran las soluciones mencionadas.