Esto es una reconstrucción de lo que sería una conversación al revés de lo que se ve en el anuncio:
-Buenas, ¿me puede gobernar sin defraudar a Hacienda?
-Sí, claro que puedo. Y sin putas, ni mariscadas, ni cochazos... pero entonces ¿para qué me meto a político?
-Estoooo, ¿para hacer que el país vaya bien?
-Sí hombre... ¿tú a qué te dedicas?
-Yo soy mecánico.
-¿Y a que trabajas porque te pagan?
-Bueno, el dinero es un aliciente y me permite seguir con el negocio, pero trabajo porque me gusta la mecánica.
-¿Pero a que si no te saliera rentable cerrarías el negocio?
-Pues sí, claro. Lo suyo es que el negocio sea rentable.
-Pues en mi caso, con la de disgustos que me trago, o cobro en negro o no me compensa...
-¿Entonces puedo cobrar en negro yo también?
-Claro, pero sin hospitales, sin pensiones...
-Ya, porque lo de tu putas y tus mariscadas no vas a renunciar, ¿no?
-Claro, ya te digo que si no, no me compensa...
-¿Y si te digo que si pago los impuestos tampoco me sale rentable trabajar?
-Ese no es mi problema. A mi tu negocio me la suda. Mucho.
-Pues a mi tus "chanchullos" ni te quiero contar. Los impuestos los va a pagar Rita.
-Pues te quedas sin hospitales!
-Ah! ¿Pero queda alguno todavía?
-La culpa la tenéis los que no pagáis impuestos, como tú
-Y como tú.
-No es lo mismo. Yo soy político.
-Y yo mecánico, anda y vete a mamarla. Y el coche oficial te lo va a arreglar Rita también.
-Pues me compro otro.