Corroborando las informaciones oficiosas que desde hace meses venían llegando de su cadena de suministros, Apple ha dado a conocer la nueva generación del
MacBook Pro. Y tal y como se esperaba, la renovación del ordenador portátil profesional de Apple destaca por incluir una inédita barra multifunción OLED que finalmente ha sido bautizada con el nombre Touch Bar.
Engastada en un nuevo MacBook más fino y ligero que nunca (Apple presume de su grosor, de 14,9 y 15,5 milímetros en las versiones de 13 y 15 pulgadas), la Touch Bar sustituye a las clásicas teclas de función con una superficie multitáctil contextual y configurable por el usuario.
De esta forma, la minipantalla es capaz de mostrar iconos de acceso directo preconfigurados para la aplicación que esté en primer plano, pero también vistas secundarias o menús y funciones tomadas directamente de los
smartphones modernos como palabras sugeridas o autocorregidas e incluso
emojis. En caso de que el usuario requiera alguna opción más concreta que no esté disponible en los menús, la Touch Bar puede ser configurada desde el software de control.
Además, el dispositivo incorpora un lector de huellas dactilares Touch ID de segunda generación para realizar compras seguras desde el portátil.
En un giro sorprendentemente conservador para Apple, la compañía ha evitado pillarse los dedos con la Touch Bar y ofrecerá un MacBook Pro (basado en la versión de 13 pulgadas) que con una barra de teclas de función tradicional.
Touch Bar no es en cualquier caso la única novedad importante en el MacBook Pro última generación. El portátil más avanzado de Apple recibe también un gran
trackpad con Force Touch que es el doble de grande que el anterior, un teclado con teclas de mariposa mejoradas y, dando prueba de la apuesta de la compañía por el estándar, cuatro puertos USB-C compatibles con Thunderbolt 3.
La alimentación, la transferencia de datos (incluyendo vídeo y audio digital) y la conexión de periféricos con cable se realizará exclusivamente utilizando el nuevo puerto reversible. No habrá conectores HDMI, DisplayPort ni Thunderbolt para utilizar monitores o discos duros externos. Tampoco puertos USB 3.0 de tamaño convencional ni un lector de tarjetas SD. Sí se mantiene el conector de audio de 3,5 milímetros.
A nivel de especificaciones técnicas, Apple presume de haber integrado pantallas con un mayor brillo, contraste y colores, así como procesadores lógicamente más potentes. La versión de 15 pulgadas podrá equiparse con un procesador Core i7 a 2,13 GHz que incorporará gráficos Radeon Pro con hasta 4 GB de RAM dedicados, así como una capacidad de almacenamiento máxima de 2 TB en formato SSD. No es la única mejora recibida por la variante de mayor tamaño, puesto que sus altavoces también ofrecen un mayor tamaño.
La variante de 13 pulgadas, por su parte, se ofrecerá con procesadores Core i3 e i5 y gráficos Iris.
Los
precios de venta al público de la nueva gama MacBook Pro se moverán entre los 1.699 euros de la versión de 13 pulgadas con teclas de función físicas y los 3.199 euros del modelo base de 15 pulgadas con Touch Bar, que trepa hasta los 4.999 euros si se escoge la configuración de hardware más avanzada.
El modelo base de 13 pulgadas con Touch Bar tiene un precio de 1.999 euros, por lo que disfrutar (o no) de la pantalla secundaria supone una diferencia de 300 euros.
El modelo más sencillo está disponible desde ya mismo, mientras que las variantes con Touch Bar comenzarán a ser despachadas dentro de tres a cuatro semanas.
Cabe señalar que según Apple en la caja no se incluye un adaptador de USB-C a USB (o a cualquier otro tipo de conector), por lo que deberá ser adquirido de forma separada.
Fuente: Apple