Legium2k escribió:El problema no son las colas en si.
El problema era que en los últimos lanzamientos las colas eran ocupadas en su mayoría por familias chinas cargadas de dinero en efectivo para comprar X unidades del mismo producto y enviarlas a Y lugar o entregárselas al típico jefe mafioso chino o revenderlas luego por la calle casi al doble del precio. A parte de la gente que pagaba a vagabundos para que ocuparan su lugar en las colas.
Si las colas las formaran geeks o gente trajeada o en resumen, de clase media-alta, estarían encantados y cuantos más esperando mejor.
El problema es que últimamente les está dañando mucho la imagen este tipo de gente y peleas que se forman.
No es que quieran facilitarnos la vida, es que no quieren que mucha gente siga empezando a odiarles.
Bien visto.
Y la verdad, a mí Apple casi siempre se me escapa de precio o no me interesan sus productos (Watch), pero sí que es cierto que por cada fanboy de la manzana, se ven uno o dos haters extremos.
Si a la gente le mola hacer cola para comprar su cacharro el día uno, me parece perfectísimo.
No hay gadget en este planeta que me hiciese a mí pasar la noche a la intemperie, pero a lo mejor soy capaz de hacerlo por un concierto y la gente puede responderme exactamente con lo mismo (porque en último término, la música del concierto está disponible en cualquier momento y lugar, pero sin embargo la experiencia del directo no es la misma y, a la peña que disfruta con los iCacharros, le mola la idea de ser de los primeros en tocar la caja del producto, entrar a la tienda entre los aplausos de los empleados, etc cosa que no consigues en la compra por internet o pasado el lanzamiento).
Es terrible la manía que tenemos de, a la mínima de cambio, atacar a los demás y ponerlos por borregos o similar con tal de demostrar nuestra
¿superioridad intelectual? ¿cordura?... Me juego el cuello, y no lo pierdo, a que la gran mayoría de los que se han dedicado a rajar en sus mensajes, han hecho cola en alguna clase de situación similar, o se han dedicado a patear tiendas como locos en el lanzamiento de un juego concreto para encontrar la edición limitada, o han tenido dos o tres reservas del lanzamiento de una consola
por si se quedaban sin la suya.