La última vez que probé Plasma 5, hará un mes y medio, me seguían apareciendo fallos que ya estaban en las primeras versiones. Me refiero a cosas tan absurdas como que si vas a añadir un plasmoide, se me reseteaba todo el escritorio (esto es, se cambiaba el fondo, la configuración de actividad, etc.). Por supuesto, también se cerraban las preferencias de sistema de cuando en cuando. En general, me resultó una experiencia muy inestable y que a día de hoy, con el poco tiempo que tengo, prefiero no digerir (maldigo la hora en la que no decidí congelar los paquetes de KDE 4 en mi Arch). Gnome Shell tiene muchos fallos y está muy capado, pero al menos me funciona todo como se espera y tiene un look "pulido", que también es importante. Ahora ya ni echo de menos muchas opciones...