@Dany ROD Bueno, pero que haya material para niños no quiere decir que sea exclusivamente para niños, como sí lo era SNES. Además, es que los niños más peques precisamente buscan todo eso que dices. Lo
de los colorines era un resumen, pero ver rotar la pantalla, zooms y ese tipo
de efectillos es lo que convencía y bastaba a aquellos infantes para gritar
de euforia, mientras jugaban con su super resistente mando y su consola preparada para recibir papillazos y saliva sin electrocución posible.
Sega en cambio apostaba por una consola más cercana en estilo y seriedad a los productos audiovisuales para adultos
de la época, las minicadenas, tocatas, vhs, walkmans y demás, con un sonido que aunque resultaba desagradable a aquellos niños
de los que hablamos, los adultos (y los adolescentes que iban a dar el paso a serlo) lo agradecían, acostumbrados a la música electrónica propia
de oídos sabios y curtidos. Incluso apostaron por una delicada unidad CD, con juegos para nada aptos para aquellos críos, como sí lo eran casi todos los juegos
de SNES que salieron en occidente. Suerte
de algunos desarrolladores
de SNES, que pudieron sortear eso con creatividad, y ofrecer algún que otro juego más profundillo y apto para infantes a la vez; es una cosa buena
de la censura, que puede despertar la imaginación, y eso pudo compensar sabiamente los límites impuestos.
¿Para que querían esos niños otra disposición
de botones en todos los Strifas que salieron para SNES? si total, les bastaba con pulsar botones y decir "pum! pam!, piu piu!, payuuung!". Sin embargo, en Megadrive en seguida se supo
de la necesidad
de un mando
de 6 botones, con la disposición idónea para jugar bien.
¿Por qué te crees que una consola y compañía (Nintendo y SNES) es recordada como entrañable e incuestionable? ¿Por qué crees que molestan incluso las coñas que se hagan? porque la consolas
de Nintendo se graban a fuego en la mente
de los usuarios. ¿y cuando se graban más a fuego los recuerdos y experiencias positivas? pues entre los 2 y 8 años. Más no, porque a partir
de ahí ya empiezas a tener otro criterio, y ya necesitas tener conciencia
de lo que usas, una jugabilidad más durilla, piques tipo arcade, competir, demostrarte a ti mismo lo bueno que eres en algo y hasta donde puedes llegar, no te llaman la atención los colorines sino que buscas emociones más profundas.. y en ese momento, si tenías la suerte
de que antes no te hubiera absorbido letalmente la filosofía
de sonajero
de SNES, ahí estaba esperándote Megadrive.