No me gusta nada cuando voy a rejugar fases el ritual de pausar, saltar escena, confirmar.....se me hace muy cansino.
Voy por el capítulo 9 o 10 diez creo y está bien, pero ahí se queda.
Si bien es cierto que no tiene fases tan patéticas como la de la autopista del 1, hay niveles que me suponen un bajón brutal, y me refiero a esos en los que vas a toda pastilla montado sobre algo peleando con un bicho gigante o huyendo de algo que se va a derrumbar. No me gustan en absoluto. El sistema de combate es impecable en cuanto a posibilidad de combos pero creo que se lo carga el tiempo brujo. Hubiera preferido un sistema de coberturas en lugar de la cámara lenta esta, sobre todo, el descontrol que puede suponer estar en combates en los que te centras más en esquivar sin caer en la gran cagada de convertirte en pantera (uno de los mayores handicaps de la saga en cuanto al combate se refiere) que en plantear una estrategia de ataque/defensa con los distintos enemigos.
Otra cosa que me chirría bastante y ,eso es marca de la casa, es esa sensación de no estar núnca ante una aventura, ante la odisea que nos quieren vender, sino ante una mera sucesión de arenas separadas por muros invisibles, no teniendo idea la mayor parte del juego de dónde coño estamos ni dónde estaremos cinco minutos después.
Muchas cosas malas me he encontrado aparte de lo mentado como los puntos de control absurdos en los final bosses, ya que si nos matan, no pasa nada, a punto de finiquitarlo nos resucitan con la vida a tope, que sólo lo sentiremos en el color de la copita que nos darán al final de la fase.
No sé, si es la mierda de juegos que estamos acostumbrados a tener que a cualquier cosa medianamente decente la subimos a los altares.
Y eso que me sobrecogió el encuentro inicial con el primer demonio en la ciudad, sencillamente brutal. Pero desde ahí, hasta donde me encuentro, me parece que va cuesta abajo y sin frenos, deseando tener tiempo para terminarlo y ponerme con otra cosa con más chicha.
Saludos