Si hace unos días hablábamos de cómo las grandes compañías tecnológicas se habían posicionado claramente del lado de los de Cupertino en el caso que les enfrenta al FBI, desde hace unas horas
tenemos la opinión de una de las voces más respetadas, Bill Gates. Sin embargo, sus palabras han resultado una sorpresa.
Gates ha sido el último “peso pesado” de Silicon Valley en posicionarse, aunque para sorpresa de la gran mayoría a favor del FBI. Según
ha comunicado el fundador de Microsoft al diario Financial Times, la posición de Tim Cook sentaría un precedente legal preocupante. Según explica Gates:
Este es un caso particular en el que el gobierno está pidiendo el acceso a una información particular. Ellos no están exigiendo algo a nivel general, están tratando y pidiendo a Apple sobre un caso en particular.
Como la mayoría sabrán Apple y el FBI mantienen posiciones contradictorias. La agencia quiere que Apple construya una puerta trasera para desbloquear el iPhone del tirador de San Bernardino y Apple ha respondido con una negativa porque pondría en peligro la seguridad de los clientes en un futuro.
El pasado domingo habló Jim Comey, director del FBI, quién hizo un llamamiento a la gente a “dejar de decir que el mundo está llegando a su fin”. En un comunicado rebajaba la tensión y pedía a los usuarios que debe haber una negociación para equilibrar las preocupaciones entre privacidad y seguridad. Las palabras de Gates desde luego parecen posicionarle claramente. Según explicaba en el mismo artículo del Financial Times:
El caso que se está tratando no es diferente de cuando ha pasado algo similar con una compañía de teléfonos y las fuerzas de seguridad piden información, sobre todo cuando no han podido obtener registros bancarios. Digamos que lo que ocurre ahora es como si el banco tuviera atado una cinta alrededor de una unidad de disco y dijera a las fuerzas del orden que no deben cortar la cinta porque en el futuro pasará más veces. Eso sí, deberían existir garantías cuando el gobierno tiene acceso a esta información.
Hay que dejar claro que esta es la opinión personal de Bill Gates, no de Microsoft, que hasta ahora no se ha pronunciado oficialmente.