BlaBlaCar, una aplicación que pone en contacto a particulares para compartir los gastos de trayectos en coche entre ciudades, se enfrenta a su posible cierre después de que Confebus, la patronal del transporte de viajeros por carretera, la haya demandado por competencia desleal.
Durante la vista celebrada este jueves en el juzgado de lo mercantil número 2 de Madrid, BlaBlaCar
se ha defendido diciendo que no necesita licencia de transporte porque no tiene vehículos propios ni contrata a conductores. De esta forma, su actividad no estaría reglamentada por la Ley de Ordenación del Transporte sino por la Ley de Servicios de la Sociedad de la Información (LSSI)
Afirma además, que su actividad se limita al contacto entre usuarios particulares que no tienen ánimo de lucro debido al control de las tarifas que aplica la compañía con el objetivo de evitar que esto sea posible. Del precio fijado del viaje BlaBlaCar se queda con una comisión del 10% a la que se le aplica el IVA del 21%.
La parte demandante ha presentado un informe y una investigación de una agencia de detectives. Según su conclusión, BlaBlaCar funciona como una empresa encubierta de transporte por carretera, se hace cargo del seguro de los conductores, cobra comisiones de cada pasajero e incluso defiende a los usuarios que han sido investigados.
BlaBlaCar opera en 19 países y ha sido en España, donde tiene 2,5 millones de usuarios, el territorio en el que ha encontrado su primera demanda. Ahora la compañía deberá esperar al fallo del juez Andrés Magrola (el mismo magistrado del
caso Uber) para saber si debe suspender o no su actividad.