El problema de tocar las bombillas es que la grasa que tenemos en los dedos se calienta debido a las altas temperaturas que pueden alcanzar dichas bombillas y con ello se deterioran hasta el punto de romperse. No se hasta que punto resisten, pero si no puedes evitar tocar el propio cristal con las manos, supongo que con lavártelas con agua y jabón antes de manipularlas es suficiente. Los típicos guantes de fregar también te pueden servir.
No soy un experto en el tema, así que si me equivoco que me corrijan.