Así nos lo han confirmado directamente desde THQ España en una noticia que nos ha sorprendido tanto como a vosotros os estará sorprendiendo al leer estas líneas. Según nos cuentan, la controvertida decisión se ha tomado desde la sede central de THQ, con anterioridad incluso a la creación de la filial española de la compañía, y meramente por motivos económicos: al parecer, el plan de ventas contemplado para la cuarta entrega de lo que la publicidad califica como “el mejor bastión del género” descarta que el número de unidades previstas del juego sea el suficiente como para rentabilizar una inversión tan grande como supone un doblaje.
Entendemos que el coste de la localización es sumamente elevado, sobre todo teniendo en cuenta que la aventura gráfica no es un género precisamente parco en diálogos, a diferencia de la vacuidad dialéctica de la que hacen gala otros tipos de juego. Sin embargo, no deja de ser un hecho desesperanzador que la próxima entrega de la saga Broken Sword, pese a la importancia que se le da en las campañas de promoción, llegue a nuestro país con las voces originales en inglés y, desde luego, una manera bastante polémica de suicidarse comercialmente.
De esta manera, serán muchos los incondicionales de la serie que queden defraudados por una disposición que, al menos esta vez, se escapa de las manos de la distribuidora nacional, que ha expresado su deseo de que El Ángel de la muerte hubiera llegado a las tiendas en perfecto castellano.
En cualquier caso y a pesar del varapalo, siempre queda el consuelo, escaso para unos y preferido por otros, de que el doblaje anglosajón supera con creces, en lo que hemos visto, la calidad del equipo español que se encargaba de la saga, principalmente en la figura protagonista, que Tomás Rubio (aunque, ojo, en la primera y segunda entregas dotó al personaje de un mínimo exigible de expresividad) nunca ha sabido interpretar como hubiera sido deseable.
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