La vida del videojugador actual resulta algo complicada; difícil es que una de las 3 consolas de sobremesa colmen las expectativas de lleno. Accesorios a precios abusivos, fiabilidad de hardware de risa, sablazos en las consolas virtuales, ediciones especiales de pega para cobrarnos un plus, online de pago o en pañales, hardware obsoleto, promesas que acaban a medias, demasiado "donde dije digo, digo diego", poca scene de la de verdad, etc...
Cada vez tengo más claro que este negocio necesita de una crisis como del 84, algo que haga mojar los pantalones de tanto ejecutivo prepotente, para que se nos trate con más respeto.