Mi Nintendo Switch tiene una pantalla protectora de cristal templado desde el primer día, y hasta ahí bien, sin ningún problema. Tenía entendido que el dock de la Switch rallaba la consola y tal, y sí es cierto que en la carcasa trasera, donde no es pantalla, me quedaron ciertas marquitas (gracias Nintendo por ni siquiera testear tus consolas). Pues busqué una alternativa, un cable que alargaba el conector ese de la Switch haciendo que no hiciera falta meter la consola en el dock. ¿Sabéis cuál fue mi sorpresa? Al jugar Splatoon 2, la consola se empezó a recalentar tanto que me salieron burbujas en el propio protector sin ni siquiera tenerla dentro del dock, pues la consola se recalentaba de tal manera que flipaba, y donde vivo no hace precisamente calor. En resumen, que ni con un jodido cable alargador para evitar meter la Switch me he librado del jodido recalentamiento de la consola y que me haya petado la pantalla de cristal templado. Yo lo siento por Nintendo, pero la Switch necesita una revisión urgente porque me parece patética para jugar en sobremesa, como portátil aún le doy un pase porque estos problemas solo los tengo en modo sobremesa, que además es la única utilidad que le quiero dar a mi consola porque las portátiles no me gustan mucho.