@Storpek no puedes hacerte una idea de lo muchísimo que te envidio por eso de ser "nuevo". Tengo un compañero de trabajo que podría ser mi hijo que a veces me comenta cosas al estilo "Estoy leyendo Dune" y me entran ganas de darle una hostia y cambiarme por él. Ojalá pudiese darle a un botón y permitirme el experimentar esas primeras veces. Aunque es una nostalgia algo gilipollas, claro, porque aunque el tiempo y la experiencia te hacen más crítico y menos fácil de satisfacer en realidad de tanto en tanto hay, siempre, "primeras veces". Los que empezáis sí que tenéis algo que nosotros, los de mi generación (y los de antes, que algunos he conocido, pobres cabrones, eso sí que era un solaz de desesperación solitaria!!!), no pudimos vivir. Un abanico de posibilidades que si alguien me hubiese abierto un portal al futuro en mi adolescencia seguro que habría colapsado. A veces oigo a gente de mi edad perdonando la vida de chavales que se emocionan con Stranger Things porque ellos no vivieron esa época y no pueden entender las referencias. Los cojones que no, porque la emoción no está en decir "yo vi de estreno Star Wars", sino el poder hacerlo.¿Qué más da que sea en su estreno que 30 años después? El viaje interior es el mismo, todos nos cobijamos precisamente en ese espacio. A mi me maravilla y me hace muy feliz pensar que una vez esté muerto habrá algún jovencit@ alucinando en colores porque se ha topado con el momento del "Te veo" del Animal Man de Morrison. O llorando a lágrima viva con la lectura de la carta de V de Vendetta. Flipando en colores con el Juicio de Galactus. Yo, que soy ateo y a estas alturas creo en pocas cosas, al menos en un sentido fuerte, me es imposible el no creer en que todas estas cosas nos suman a todos. Que hay un espacio en el que habitamos, más allá del tiempo, todos los que nos jartamos de llorar con el final de The Last of Us. Que siempre habrá personas en esos ojos que leen en Marvels el momento que aparece Galactus. La misma cara cuando terminas The Killing Joke. Imagino a los que lean por vez primera el arco de American Gothic absolutamente emocionados con ese pedazo de final y sin saber nada de ellos no puedo menos que sentirme tan cercano como si pudiese tocarlos. Si hay algo que te ha gustado, ten por seguro que hay otra aún mejor, o cuanto menos que te dará más, de otra manera quizás, por otro camino, pero esto no se acaba ni tiene visos de final.
Me recuerdo en el autobus con un álbum de Corben bajo el brazo y no es la nostalgia lo que me deja los pelos como escarpias. Tengo miles de recuerdos que me emocionan en ese sentido, pero de largo lo que más atesoro no es el cómo, el dónde o el yo, sino más bien el qué. Esa retahíla de nombres gloriosos, esos Kirby, Breccia, Eisner, Moebius, Ferry, Byrne, Mignola, Bastien Vives, Ibañez, Tezuka... Infinitos nombres. Tantísimas viñetas, el olor a la tinta y ese abrir algo más que una cosa, una suerte de mente colectiva, algo tan nimio, concreto y minúsculo como también sagrado... Da igual que sea en papel, un ordenador o una tablet. Que se leyera en los 70, 80 o 2050, Spirit es una Obra Maestra que no envejece, ni Blueberry ni Watchmen ni Akira ni un sin fin más!!!!!!