Pues en mi caso conservo mi primera consola, la segunda, la tercera... De hecho nunca me ha gustado venderlas cuando su ciclo de vida concluía y ahora me alegro mucho de ello.
En mi caso mi primera consola fue una Creation: una NES piratilla con juegos en memoria a porrillo, menudos vicios a dobles con mi hermano!
Lo mejor de todo es que aún conserva su caja y está en buen estado.