Se sigue acumulando los testimonios de los afectados por el coronavirus del desastre y caos que existe
El yerno de un paciente de 66 años afectado por el coronavirus: «Nos trataron como apestados
"Su suegro acudió al médico de cabecera porque tenía unos mareos y unos pinchazos en el estómago. «Le dijeron una tontería: que tenía el riñón seco y que tenía que comer natillas. Se volvió para casa. Al día siguiente regresó porque tenía mareos y le dijeron que eran vértigos y otra vez para casa. A la tercera vez que acudió al centro sanitario, llamaron a una ambulancia y se lo llevaron al Hospital Infanta Sofía ingresado. De ahí, con un protocolo un tanto extraño, sin información para la familia y con mucha protección, nos llamaron a las siete de la mañana porque había dado positivo en coronavirus y se lo llevaban al Hospital Carlos III, donde apareció a las once o doce de la mañana en muy malas condiciones», relata a este periódico por teléfono.
El yerno de este paciente denuncia la falta de información sobre el estado de su familiar. «No nos han dejado verlo y no tenemos noticias desde ayer, solo nos dan información una vez al día», indica.
Pero la falta de comunicacón no es la única deficiencia, según explica. «En teoría Sanidad Pública nos tiene que controlar fiebres y demás y no se han dignado en llamarnos una sola vez para ver cómo estamos, es un caos». El protocolo de contención, dice, hace aguas. «El día que dio positivo mi suegro nos dijeron que por favor nos quedásemos en casa. Pero claro tenía que firmar un consentimiento y me fui al hospital. Cuando llegué después de esperar dos horas me dijeron que se habían equivocado. Si hubiera dado yo positivo se hubiera preparado una gorda...», detalla este residente en San Sebastián de los Reyes. Este periódico ha tratado de ponerse en contacto con la Consejería de Sanidad en reiteradas ocasiones para conocer su opinión al respecto, pero no ha sido posible.
Eso sí, según su relato, el miedo imperó durante todo el proceso. «Los sanitarios que nos vinieron a ver estaban acojonados. El médico que me vino a ver me decía que me alejara... ¡que no tengo la peste! Todos se me apartaban como si fuera un apestado», recuerda compungido. En esta situación, a punto de ser catalogada ya de «pandemia» por la Organización Mundial de la Salud, se parte de cero y se trata de una carrera por adelantar al virus. Por ello, este familiar pide que aceleren en la organización de los protoclos y se mejore en la calidad humana en el trato a hipotéticos nuevos diagnósticos. «Pido que lo gestionen mejor y que estén más atentos a posibles nuevos casos», sentencia."